POR CLAUDIO CABRERA
Cuando las metas más altas se alejan, aferrarse a los lineamientos tácticos para apuntalar las estrategias, constituye la mejor opción para un gobierno que pondera un manojo de posibilidades Y no cuenta con salidas inmediatas y satisfactorias para resolver situaciones difíciles.

Eso pasa en la vida de las personas y de los pueblos. En cierta medida, algo similar ocurrió en la vida del náufrago de Robinson Crusoe. Perdido en una islita solitaria y lejana en el mar, se decidió por adaptarse a las circunstancias y con los instrumentos a mano resolver el día a día hasta tanto se acercase al sueño de regresar a casa en cualquier embarcación.

Esta pragmática es la que al parecer ha guiado a las actuales autoridades, al configurar un programa en tres tiempos que les permita en el corto, mediano y el largo plazo, ir resolviendo el cúmulo de problemas que el sector eléctrico ha dejado como secuela de una crisis aguda que tiene un alto componente externo e interno.

De hecho, el sonado “choque externo” en la economía al que ha conllevado el elevado precio del petróleo en los mercados internacionales desde el 2000, pasó a convertirse en un “choque eléctrico” tanto para las anteriores como para el gobierno recién instalado.

¡LUZ, MÁS LUZ!

Las autoridades del sector eléctrico se han propuesto conjurar la actual crisis basándose en los 10 puntos que señaló en su discurso el doctor Leonel Fernández ante el Congreso Nacional, en los que delineó la estrategia a corto, mediano y largo plazo.

El recién designado Superintendente de Electricidad, ingeniero Francisco Méndez, plantea que acorde con dichos lineamientos, se hacen esfuerzos en lo inmediato para restablecer el suministro de energía eléctrica en todo el país.

A tal propósito fue contratada una línea de créditos con la banca privada por US$50.0 millones, con el objeto de que el corto plazo las generadoras puedan disponer del suministro mínimo de combustibles para seguir operando dentro de un tiempo razonable.

Problemas de liquidez confrontados por las generadoras y distribuidoras, contribuyeron a que el sector eléctrico del país se manejase con grandes precariedades, hasta que en los días 17 y 18 de agosto, el suministro empezó a subir desde los 800 a 900 megavatios.

Esfuerzos combinados de las instituciones que inciden en el sector, lograron con el respaldo financiero del gobierno, aumentar la oferta del servicio. El miércoles último estaban casi cumplidas las metas iniciales de subir la generación hasta mil 675.0 megavatios, habiéndose registrado un tope hasta ese día de mil 579.0 megavatios comenzando a estabilizar la oferta de energía de parte de las distribuidoras.

“Una de las metas que nos hemos propuesto en esta Superintendencia -sostiene el ingeniero Méndez-, consiste en lograr subir la oferta de energía, para que, a su vez, se incrementen los cobros por parte de las distribuidoras de electricidad, porque sin ello éstas no pueden legitimar un servicio no suministrado”.

FOCALIZAR A MEDIANO PLAZO

El plan general que ha delineado el gobierno implica una serie de medidas de políticas tendentes a la conservación de energía “que nos permita maximizar la utilidad de esos recursos y en coherencia con el plan que se diseña”.

A parte del ahorro, se tiene en agenda la renegociación de los contratos con las generadoras y transparentar los costos del sector, a fin de lograr mejores niveles de eficiencia que redunden en beneficio de los usuarios.

“Entre las políticas está la de adoptar las políticas de focalización de subsidios para otorgarlos a los consumidores de hasta 200 kilovatios/hora mensual, que están identificados como familias de bajos ingresos”. Esta decisión es parte de las políticas económicas que han sido negociadas por el anterior gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A partir de este tope de los 200 kilovatios/hora, se irá ajustando la tarifa y se va a desmontar gradualmente el subsidio generalizado hasta cubrir solamente el universo de los que sólo consumen 200 kilovatios/hora por mes.

“Esto, de seguro, ayudará a la sostenibilidad financiera del sector y evitará que se repita la crisis de suministro como la que ha sucedido en estos dos últimos meses”, afirma.

Pero para focalizar a las personas y familias necesitadas de dicho subsidio, previamente se terminará un estudio que ya se efectúa sobre el impacto social de las nuevas tarifas y del efecto del subsidio, para poder mitigar a los sectores que sean afectados.

En estos momentos y según resolución de la Superintendencia de Electricidad que data de dos meses, las tarifas que prevalecen para el sector residencial son de RD$2.87 para los consumidores de “cero” hasta 200 kilovatios/hora mensuales; desde 200 hasta 300 kv/h por mes es de RD$3.62; de RD$6.20 cada mes para los usuarios residenciales entre 300 hasta 700 kv/h y un costo por kv/h mensual de RD$7.90 para usuarios que se sirven mensualmente de entre los 700 kv/h y más.

Para el mediano plazo se contempla también realizar la licitación que permita el traspaso de nuevo de las distribuidoras Edenorte y Edesur, a empresas privadas competentes para que puedan operar con más eficiencia.

Igualmente, lograr el fortalecimiento de las instituciones del sector, como son la Comisión de Energía, entidad líder de las políticas del gobierno para asumir su papel junto a la Superintendencia de Electricidad como organismo de regulación y fiscalización del sector.

Asimismo, se renegociarán todos los contratos con generadores e IPPs, tomando en cuenta que todos tienen que aportar para la mejoría y reducción de costos, al ceder parte de sus beneficios en un corto plazo. Esto permitirá facilitar la inyección de más capital e inversiones para que los costos bajen.

Dentro de este aspecto se tiene muy en cuenta la necesidad de consolidar las deudas pendientes y clasificar todas las cuentas en el sector, tanto las intrasectoriales como con el gobierno “y ponerlas bien claras”.

“Debemos desde ya tomar todas las previsiones para que no ocurran estas situaciones que han generado la crisis, ya que el sector está totalmente descapitalizado”, advierte.

Otro aspecto que será tomado muy en cuenta es la de fomentar fuentes alternas para el ahorro de energía, de manera que el país pueda contar con otras fuentes energéticas menos dependientes de los combustibles fósiles que no producimos.

El objetivo es que, a su juicio, se pueda rescatar la industria eléctrica para que no se repitan estos desaciertos.

PROBLEMAS DE COSTOS

En un estudio efectuado a principios del año pasado por un grupo de economistas en calidad de consultores privados sobre la situación del sector eléctrico del país, se advertía que de continuar la situación de deterioro en los costos de las empresas distribuidoras y generadoras, el sistema eléctrico del país podía confrontar una crisis en el corto plazo.

El estudio de consulta elaborado por varios economistas encabezados por Pavel Isa Contreras, advertía que ante el creciente deterioro de la moneda nacional motivado por la crisis externa y del sistema bancario, las compañías eléctricas se exponían a graves deficiencias de liquidez debido a la carencia de fuentes de liquidez para subvencionar sus gastos y sobre todo, efectuar las importaciones oportunas de combustibles.

El estudio advertía que de continuar los mismos niveles de tarifas fijas para el sector, en adición a los subsidios otorgados en forma generalizada, el negocio eléctrico se vería afectado por causa de presiones de costos que conllevarían a la quiebra de las empresas.

El Superintendente de Electricidad, de su lado, sostiene que al regularizar la oferta energética se conjura un gran problema financiero que arrastran las empresas distribuidoras de energía, lo cual se refleja en un déficit de caja acumulado.

Al respecto, Méndez consideró que todos los sectores involucrados en el sistema eléctrico, deben cumplir con su cometido “para revertir la hemorragia de US$25.0 millones de déficit operativo mensual que se añade”.

Resalta que actualmente uno de los grandes problemas que hay en esta área es que los costos operativos de las compañías eléctricas Edenorte, Edesur y Edeste, consiste en que los costos de suministros ascienden a US$70 millones cada mes, pero solamente se recaudan US$45.0 millones mensuales.

“De manera, aclaró, que al inyectar estos fondos por US$50 millones para adquirir combustibles, hemos tomado una decisión similar a la que adoptó el gobierno en los primeros meses de este año, entre enero y mayo, en que dispusieron de US$40.0 millones, quedando unos US$25.0 millones, los cuales vamos a utilizar para abastecernos de combustibles por los próximos tres meses”.

REDENCIÓN DEL SECTOR ELÉCTRICO

L a agenda definida por las autoridades del sector electricidad para rescatar al sistema eléctrico del país implica, entre otras acciones:

Renegociar los contratos con los generadores e IPPs, sobre todo en lo concerniente a los términos del Acuerdo de Madrid.

 Un programa de ahorro y conservación de energía para aprovechar al máximo su utilidad.

Fomentar fuentes alternativas de energía para disminuir el uso de energía de origen fósil convencional.

 Transparentar costos del sector para lograr costos más bajos y niveles de eficiencia que beneficien a usuarios.

 Aplicar política de focalización de subsidios para los consumidores de bajos ingresos de hasta 200 kv/h mensuales.

 Realizar estudios para eliminar subsidios eléctricos generalizados y focalizar familias, en función del impacto social de tarifas en sectores afectados.

 Seguir los lineamientos asumidos con el FMI y el BM en torno al saneamiento del sector eléctrico.

 Mejorar la sostenibilidad financiera del sector, evitando crisis del suministro de combustibles.

 Realizar licitación para traspasar de nuevo distribuidoras Edenorte y Edesur al sector privado que operen con eficiencia.

 Fortalecer instituciones del área, como la Comisión de Energía y la Superintendencia de Electricidad, para regular y fiscalizar sector.

 Facilitar la inversión extranjera en el sector e inyección de capitales.

 Consolidar y conciliar las deudas intrasectoriales y con el gobierno.