¡Como si Bosch hubiera resucitado!

¡Como si Bosch hubiera resucitado!

Alguna gente se ha extrañado con la ríspida reacción del secretario general del PLD y presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, ante su descubrimiento, el mismo día de su presentación, de que en un prólogo a un libro sobre Juan Bosch, de la autoría de René Fortunato y pagado por el Senado, el eminente historiador Frank Moya Pons había expresado opiniones sobre Bosch con las que Pared Pérez está en desacuerdo.

El matiz de lo escrito por Moya Pons no es lo importante, sino que esa opinión la da el más leído, más estudiado y muy respetado de los historiadores dominicanos contemporáneos, quien además es presidente de la Academia Dominicana de la Historia. Algún respeto debe merecer.

Pero Pared Pérez, con una iracundia reiterada que quizás sea “a posta” puesto que recuerda las malas pulgas del propio Bosch, se ha destapado expresando que su Senado no financiaría una segunda edición de la obra de Fortunato prologada por Moya Pons a menos que se elimine el prólogo o al menos la parte que él considera ofensiva o molestosa.

Es una reacción digna del mejor boschismo. Es como cuando Bosch mandaba a piquetear agencias de prensa aquí y en Nueva York; cuando irradiaba del PRD y luego del PLD a dirigentes cuya sombra le molestaba; cuando disparateaba como al decir que Caamaño no había venido a pelear en el ’73, sino que su cadáver lo trajo la CIA, congelado; o cuando insultaba a antiguos compañeros, como a Peña Gómez que le decía “degenerado” y a Antonio Guzmán a quien le llamaba “analfabeta” pese a que gobernó mejor y más tiempo que él.

Tristemente pueril, para ser misericordioso, o estúpidamente intolerante, para ser más sincero, ha sido la reacción de Pared Pérez. La altura de sus circunstancias parece haberlo mareado pues el Reinaldo que conocí hace décadas lucía más sereno y juicioso.

Fortunato, autor del libro “La Revolución Democrática”, defendió el prólogo de Moya Pons y dijo que “no se arrastrará como hacen algunos intelectuales dominicanos” para que el Senado pague una segunda edición. “Yo no puedo ahora, en esta circunstancia, eliminar párrafos, eliminar textos, por respeto a mis principios”, dijo.

Si Pared Pérez quiere imitar a Bosch, en él hay innumerables virtudes y aspectos paradigmáticos que pudieran inspirarlo. Pero Reinaldo merece revisarse pues es reincidente en obrar fuera del cajón.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas