El luto y el dolor tocaron las puertas de al menos once familias en los días del largo asueto navideño y, como es costumbre, el consumo de alcohol tuvo un papel estelar.
Los dominicanos, prestos siempre a tomarnos un trago, aún no aprendemos a no conducir si hemos decidido tomar. ¿Cuándo dejaremos de ser tan irresponsables?
En estos días, cuando la veda no existe y se puede consumir alcohol a toda hora, parecería que muchos asumen que tienen que beber todo lo que puedan en una sola noche… ¡y lo hacen sin importar lo que suceda después!
Sabemos que aquí es imposible pedirle a la gente que sea prudente a la hora de consumir alcohol. A pesar de ello, es necesario promover la toma de conciencia para que todos entendamos que si nos queremos beber un tonel de romo nos tenemos que olvidar de conducir así.
Cuando uno revisa las estadísticas del operativo pasado llama la atención que 528 personas fueron atendidas por intoxicación alcohólica y 35 de ellas eran menores con edades de entre 2 y 17 años (es difícil imaginar a un niño de dos años bebiendo alcohol; ¿habrá sido descuido de los padres).
También horroriza saber que hubo 103 accidentes de tránsito desde las dos de la tarde del domingo 22 de diciembre hasta las 6 de la tarde del 25, es decir, en un período de 52 horas. Eso equivale a un accidente cada dos horas.
Los números dicen claramente que es demasiado lo que se tiene que hacer para lograr que la Navidad sea realmente feliz en la República Dominicana: ¡ninguna familia debería tener que llorar!