El aumento del 25% decretado por el Presidente de Estados Unidos entrará en vigor el 2 de abril. Al mismo tiempo que otros derechos de aduana impuestos de forma generalizada a los socios comerciales de Estados Unidos.
Según el decreto firmado por Donald Trump, el 24 de marzo, estos impuestos punitivos se dirigen a los compradores directos e indirectos, a través de intermediarios, de petróleo venezolano. No se mencionan las compras de gas.
El Gobierno de Nicolás Maduro, en el punto de mira de las sanciones estadounidenses desde hace años, ha encontrado un importante aliado en las autoridades chinas.
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China es el principal importador de crudo venezolano, que toma a cambio de la enorme deuda de Caracas con Pekín.
Pero la mayor parte del petróleo venezolano que llega a China lo compran refinadores chinos independientes. Les interesa este petróleo porque se vende con un descuento sustancial.
¿Podría el nuevo impuesto de Trump privar a estas pequeñas refinerías de petróleo venezolano barato?Sistemas de compra extremadamente complejos.
Es poco probable que este flujo se detenga, según Homayoun Falakshahi, analista de Kpler, especializada en flujos de materias primas, en particular hidrocarburos.
“Los sistemas financieros utilizados para disfrazar estas compras son muy complejos, entre China por un lado e Irán o Venezuela por otro”, explica este experto. Las transacciones se pagan ciertamente en dólares, pero se ocultan.
Las sociedades que solo existen en el papel, se utilizan para garantizar que todo tenga lugar fuera del sistema financiero estadounidense. “El dinero pasa por bancos con sede principalmente en Hong Kong”. Hay formas de evitarlo. Los cargamentos se transbordan de barco a barco en las aguas de la península de Malasia, eludiendo los controles
En 2024, la empresa india Reliance Industries recibió autorización de Estados Unidos para reanudar sus importaciones de petróleo de Venezuela.Pero no es seguro que continúe con estas compras bajo la amenaza de más impuestos.
El crudo venezolano también va a Europa. España lo utiliza para recuperar su deuda con el gobierno de Maduro.
El año pasado, el grupo español Repsol recibió una licencia estadounidense para continuar sus proyectos de petróleo y gas en Venezuela.A pesar de todas las expectativas, Estados Unidos también está comprando crudo venezolano a través de su gigante petrolero Chevron.
El grupo estadounidense fue autorizado por la administración Biden a operar en el país. La administración Trump, que había puesto fin a esta excepción, decidió finalmente prorrogar la licencia de Chevron en Venezuela hasta el 27 de mayo.
Presionar a PekínSegún el experto Homayoun Falakshahi, “este nuevo impuesto a los compradores de petróleo y gas venezolano será muy difícil, sino imposible, de aplicar”.
Los observadores lo ven más como una forma de Donald Trump de presionar a Pekín en el contexto de la guerra comercial con Estados Unidos.