Las copas constituyen una parte importante de la vajilla en su mesa, y, al momento de elegirlas,  además de  funcionales,   se  busca el toque decorativo.

Se aproximan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, época en la que por lo regular se brinda en innúmeros momentos, entonces es tiempo de que hagas una práctica de cómo sostener adecuadamente las copas.

También, es bueno asegurarse de que se sepa cuáles   son los tipos adecuados para cada  brindis.

La forma correcta de sostener una copa de vino es por el tallo y no por el recipiente (cáliz).

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Cuando se sostiene por el recipiente o cáliz, el calor de tu cuerpo calentará el vino más allá de su temperatura ideal de consumo. Descuidar esta etiqueta de beber vino también dará lugar a las huellas digitales antiestéticas en tu copa.

Y sin la técnica de agarre adecuada, perderás ese sonido tintineante agradable durante un brindis.

La única copa que se «abraza» es la copa de coñac o brandy, que se «cubre» con la mano para templar y mantener tibio su contenido.

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Las copas según  la bebida

1. De agua y jugo.  Esta es de tamaño   grande, ligeramente abombada.

2. De  vino. Es una copa ancha, de gran cavidad y generalmente es  abombada.  Son más pequeñas que las de agua.

3. Vino blanco. Es  más pequeña y estrecha que la de vino tinto.

4. De Jerez. Es una copa aflautada de tamaño medio  pie corto.  La adecuada para  los vinos dulces y de Jerez.

5. De champán. Es una copa alta, con  cuerpo largo y aflautado.  Su diseño consiste en conservar o retener las burbujas.

6. Copa de vermouth. Es de   boca ancha, y va  estrechándose a medida que se acerca al pie, el cual es  de bastante  corto.

7. De  coñac. Esta  copa es de cavidad  amplia,  abombada y pie muy corto. Su estilo es pensado  para “abrazar” la bebida con la mano y mantener templado su contenido.

8. Para licores.  Es una copa pequeña, de pie corto y poca  capacidad.