Diversos urbanistas y planificadores nos preguntan qué medios utiliza y cuáles fórmulas atesora Santiago para lograr su Plan Estratégico Socio-Territorial. La respuesta impone historia. Rompo con las devastaciones del Cibao decretadas por el monarca español Felipe III al gobernador de Santo Domingo, Antonio de Osorio. Un hecho que todavía marca la defensa de la producción cibaeña y sus puertos marítimos de exportación.
El nuevo Plan Estratégico 2030 armó primero la arquitectura temática y socio-institucional. Más que diseñar líneas arquitectónicas, organizamos comisiones público-privadas que analizan los cuatro pilares del metabolismo territorial. Valoramos la lógica de cómo se erige el medio construido y la urbanización en una dialéctica de los grupos sociales y el Estado sobre el medio natural.
Para tales fines creamos la Comisión de Ordenamiento Territorial, Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático. Coordinada por la Asociación de Constructores con una secretaría técnica realizada por el Postgrado de Agua de PUCMM y asistencia técnica del consultor sénior, arquitecto Julio Corral. Este órgano constituye más de 50 entidades encabezadas por la Alcaldía, MEPyD, CORAASAN, CODIA, INDHRI, entre otras.
La valoración de la economía mide la inversión pública, la creación de empresas, empleos, tipos de negocios, turismo y bancarización, clúster agroindustrial, zonas francas y fomento de Mipymes. Igualmente, los diversos usos económicos del suelo y posicionamiento de Santiago como marca.
En este orden, se articuló la Comisión de Economía Regional, Empleos y Marca Territorial. Organismo coordinado por la Asociación de Industriales (AIREN) con una secretaría técnica aportada por esta entidad, con la asistencia del consultor sénior y economista Agustín González. Asimismo participan decenas de entidades del área empresarial y pública de Santiago.
La sociodemografía que dialoga con este territorio y esa economía, es clave. Es vital conocer la nueva distribución de población; grupos de edad, natalidad, mortalidades, daño humano, migración, servicios de salud, seguridad social, educación y judiciales. También la gestión y animación sociocultural, pobreza, exclusión, integración de géneros y grupos poblacionales especiales.
Para abordar esta gran problemática se estructuró la Comisión de Población, Inclusión y Servicios Sociales. Organismo coordinado por la Presidencia del Concejo de Regidores con una secretaría técnica ejercida por APEDI, teniendo como consultora sénior la especialista en género Mildred Mata, con participación de decenas de entidades sociales, del Ayuntamiento y el gobierno nacional.

Finalmente, la gobernabilidad para medir qué tipo de capital social y confianza institucional coexiste. Para este eje, se gesta la Comisión de Gobernabilidad, Gobernanza y Articulación Pública-Privada. Presidida por la Arquidiócesis con la secretaría técnica de la Fundación Solidaridad y la consultoría sénior aportada por la experta en desarrollo institucional, ingeniera Marcela Mirabal. Aquí participan activamente diversas entidades públicas y comunitarias.

Realmente ponemos en operación el capital social. Hacemos posible que el nuevo Plan Estratégico Santiago 2030 sea un verdadero contrato social y agenda oficial por el desarrollo local y regional.