Cómo vivir más tiempo

<P>Cómo vivir más tiempo</P>

ANNA JIMÉNEZ
cienciaplus@yahoo.com
Una serie de experimentos han comprobado que una dieta restringida en calorías, puede incrementar la duración de la vida hasta en un 40%. 

¿Cómo puede suceder?. Como resultado de que se vive más tiempo si el proceso de envejecimiento es decelerado. Cuando quemamos calorías, se liberan radicales libres oxidativos, y estos radicales afectan a todos los órganos.

Pero ¿cómo puede el daño hecho por esos radicales acelerar el proceso de emvejecimiento?

El envejecimiento es acelerado si aumentamos la velodidad de reposición de las células antiguas, dado que las células están programadas para renovarse un número determinado de veces. Es como el dinero: cuanto más rápido lo gastas, antes llegas a no tener nada. De tal manera, lo más rápido que las células necesitan ser reemplazadas, lo antes que el organismo envejece.

Así, ¿cómo decelerar el proceso de envejecimiento?

Minimizando la influencia de todas las sustancias que de una u otra forma tienen propiedades pro-oxidativas. (propiedades pro-oxidativas = aquellas que pueden oxidar causando daños en las células)

¿Qué significa esto en la práctica?.

Calorías utilizadas con limitación, minimizando la cantidad de ejercicio físico y optimizando su efectividad; Si quieres entrenar, haz ejercicios de concentración, mucho más efectivos para la definición muscular a pesar de demandar menos intensidad de entrenamiento. Si deseas enrolarte en actividades cardiovasculares, no te ejercites más que una vez cada tres días, y no te excedas en ellas. 

Más no es mejor.

Si quieres perder peso, la única forma saludable y definitiva de conseguirlo, es ajustando tu dieta, y si deseas quemar grasa más de prisa, necesitarás hacerlo lo más eficientemente posible (esto es, la proporción más alta entre grasa/energía total), lo que se consigue caminando (no haciendo marcha rápida) durante al menos una hora diaria.

Calorias consumidas con moderación.

Los activadores del apetito (beta-carbolinas y péptidos opioides) en nuestros alimentos diarios, nos llevan a comer más de lo que necesitamos, no sólo causando obesidad y diabetes, sino también acelerando el proceso de envejecimiento de todo nuestro cuerpo.

La sencilla solución: Deja que tu dieta consista principalmente en alimentos crudos; frutas, zumos frescos, nueces crudas y alimentos animales sin cocinar, dado que no contienen estimulantes del apetito.   Minimizando la ingestión de radicales presentes en nuestra dieta diaria:

Aproveche lo cotidiano

Modificándolas para que redunden en beneficio del disfrute de la vida.  Como hemos señalado anteriormente la «civilización» ha introducido una serie de hábitos, como por ejemplo usamos el carro para desplazarnos aunque las distancias sean cortas, 700-1 000 metros. Si tenemos que subir 4 ó 5 pisos usamos el elevador y no la escalera. Después de un almuerzo o cena permanecemos sentados conversando, fumando, bebiendo coñac, aunque tengamos alrededor un bello jardín con aves por el que podemos dar los 300 pasos que recomendaban los griegos después de cenar para poder seguir conversando.

– Todos los alimentos cocinados, al vapor, a la plancha, o calentados de una u otra forma, contienen un montón de radicales, como las aminas heterocíclicas.

– Minerales como hierro, zinc, calcio, etc. poseen propiedades pro-oxidativas, de tal forma que harías mejor en mantenerte alejado de los suplementos nutricionales que contengan minerales y de los, productos lácteos. tu cuerpo puede absorber fácilmente todos los minerales que requiere incluso de dietas bajas en minerales, multiplicando la capacidad de absorción si es necesario.

– Los llamados antioxidantes como vitamina E y vitamina C presentan propiedades pro-oxidativas cuando se toman en exceso.

Por ello, es mejor también que no tomes suplementos que contengan tales antioxidantes ni alimentos enriquecidos en ellos.

Minimizando la exposición a radicales ambientales; presentes en:

– Humo del tabaco, parcialmente (los mismos que en alimentos cocinados.). Aire contaminado (procedente de las fábricas, carros, etc.)

– Alimentos tratados con herbicidas /pesticidas. Atención a las frutas: asegúrate de pelar TODAS las frutas, dado que la mayoría de dichos productos químicos se encuentran adheridos a las pieles / mondaduras.

– plásticos blandos.

Estos plásticos (incluyendo los utilizados para envolver las frutas troceadas, contienen ftalatos dañinos, que son transferidos a la fruta que se pone en contacto con aquellos.

Y por supuesto, las enfermedades también pueden acortar tu vida y/o hacerla miserable.

De modo que mejor prevenir esos males que pueden ser causados por la dieta.

La vida es una sucesión de retos, y los retos, de por sí, son un motivo más para vivirla y disfrutarla.

Pero, además, la vida es bella y está llena de detalles que la hacen merecedora de ese disfrute:

Desde la sonrisa de un niño, pasando por la mirada de una mujer (o de un hombre en el caso de las damas), contemplar una flor o percibir su aroma, la mano que nos sostiene cuando vamos a caer, quien se conmueve sinceramente ante nuestro dolor, el disfrute de un libro o una obra de arte, hasta la satisfacción por el trabajo bien realizado, son algunos de los millones de fenómenos con los que contactamos a diario y que hacen que la vida sea un don invaluable del que todos debemos disfrutar y desear prolongar.

Los científicos han calculado que el ser humano puede vivir entre 120 y 140 años. Algunos más optimistas u osados llevan estos años a cifras más elevadas. Sin embargo, vemos que la expectativa de vida máxima alcanzada hasta ahora ha sido de 80 a 81 años por los japoneses.

Por otra parte, se pueden contar con los dedos de las manos las personas que han rebasado los 110 años comprobados documentalmente.

Se observa que los adultos mayores cuando rebasan cierto número de años tienen una serie de insuficiencias, limitaciones y padecimientos que reducen en mayor o menor medida el disfrute de la vida, llegando en ocasiones a que ésta se convierta en sufrimiento, dolor y desesperación para estas personas y sus familiares.

Para evitar estas molestias y sufrimientos (generalmente producidos o agravados por los errores cometidos en el proceso que llamamos civilización de la humanidad) se han propuesto y cada día se proponen métodos y acciones que, a pesar del entusiasmo y la esperanza que despiertan, no han logrado su objetivo y después de un tiempo más o menos prolongado caen en el olvido.

Si desea una longevidad satisfactoria practique estos consejos ya.

1.  La forma correcta de administrar el ejercicio

En cuanto al ejercicio podemos, si tenemos tiempo, dedicar 40-50 minutos 5 veces a la semana a caminar (según nuestro criterio es lo más sano) comenzando lentamente e ir apresurándonos para terminar los últimos 500 metros forzando el paso al máximo posible.

Debemos mantener el mismo ritmo (igual distancia en igual tiempo) por lo menos 5 días y después podemos incrementar el ritmo poco a poco, cada 5 días, siempre teniendo en cuenta no terminar nunca agotados. Así llegaremos a caminar 4 kms en 40 minutos.

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