Mientras leía en estos días sobre el amor, buscando edificarme más sobre el tema para encontrar las palabras exactas que me permitieran dar una respuesta convincente y realista a aquellas que aún creen en el príncipe azul y que con eso llega la oportunidad de vivir un gran amor para siempre; pues encontré un interesante escrito del psicólogo argentino Horacio Valsecia, el cual explica muy claramente Cómo vivir un gran amor.

Lee y entérate cómo procurarte un gran amor, porque eso de mala suerte en lo afectivo es una inmensa mentira, ya que existen muchas herramientas para buscar la felicidad. Si ya tienes pareja y las cosas van mal, recuerda: si tiene sentido que esa persona esté en tu vida, ¡hay algo que debes aprender! Para empezar, distingue si es amor, pues nos enseñaron a ponerle ese título a situaciones conflictivas y neuróticas causantes de dolor, frustración y resentimiento.

A mi entender es indiscutible que existan ciertas condiciones para que haya pareja, y Valsecia las define así: La primera es la química, tiene que haber algo en el otro que te atraiga; la segunda es la compatibilidad, debe haber como mínimo un 60% de elementos compatibles; y el tercero, compromiso: ambos han de decidir conscientemente el compartir sus vidas para estar mejor, si hay presión y uno está detrás del otro insistiendo, no hay pareja; esa es una señal muy clara. Recordemos que la relación de pareja es el amor del uno por el otro, no a absorción del uno por el otro. No lo olvides, quien no está preparado para el compromiso eres tú, y el otro es tu reflejo. Señores, las parejas que nos maltratan y humillan nos están haciendo el favor de recordarnos que tenemos un montón de heridas internas, tú busca cómo mejorar, agradéceles y déjalos partir.

Como dice la canción, Para vivir… por el camino de la vida hay que seguir, con la esperanza de llegar a ser feliz, aunque dejemos otro amor en el pasado… Para vivir… hay tantas cosas que se deben compartir, tantos momentos que se pueden convivir, con la tibieza de tu amor entre las manos…

Indiscutiblemente, pase lo que pase en tu vida, y quien pase, solo está en tí, trabajar con tu persona, conocerte lo suficiente para que sepas muy bien qué necesitas, qué quieres y qué te complementaría, y de esta manera, tu personalidad y tus actos reflejarán lo que mereces. Cuando sea la voluntad del Señor, te pondrá la persona indicada. Te aseguro que no vendrá en un caballo a rescatarte, pero será esa añadidura que necesitas para aprender, crecer, madurar y dotarte de la sabiduría necesaria para enfrentar la vida desde otra perspectiva.

Pero no debemos olvidar, que como nos invita Valsecia, Un lema para todos(as): Una relación de pareja es siempre para estar mejor. Una buena relación es un contrato entre dos, donde ambos hacen lo que está a su alcance para hacerse mejor la vida. Si no, no hay relación, pues tener pareja no es para competir, cambiar al otro o descargar las neurosis que padecemos.

La persona que estás esperando ya existe, en lugar de gastar energías sintiéndote solo y triste, lo cual aleja al otro, háblale, dile: Te doy la bienvenida, estoy preparándome, tengo muchas cosas bellas que ofrecerte. Este mensaje hará eco en el universo y le llegará de algún modo a esa persona que será para ti. Si te agarra la angustia, cierra los ojos e imagina lo bonito que será estar junto con tu nueva pareja sin ponerle rostro. Renuncia a sufrir, decrétalo, grítalo, escríbelo, comprométete contigo mismo a respetarte y darte amor. Primero renuncia a lo que no quieres, luego elige y afirma lo que deseas para ti.

Ámate a ti mismo, no vivas sin la fantasía de creer que si llega alguien que te ame, todo se resolverá. Si tu generas amor, atraerás amor; el gran secreto de oro para vivir una gran relación es amarse a uno mismo, no te sacrifiques por nadie, pues te desequilibrarás, sé siempre tú en primer plano.