Investigaciones que hablan en torno a los orígenes del oficio de secretaria dan cuenta que ésta aparentemente surgió durante las civilizaciones antiguas y que se ha desarrollado al mismo ritmo que la humanidad.

Estudios dicen que en la época de los faraones ya existían los secretarios, llamados escribas, personas instruidas que por supuesto sabían escribir. Este oficio lo desempeñaban los hombres cultos de confianza “vinculados a una persona de alto rango quienes redactaban y transcribían cartas y despachos oficiales”, según el diccionario Petit Robert.

No es hasta finales del siglo XIX, con la invención de la máquina de escribir y del teléfono, que hay una evolución significativa del oficio de secretario.

Con las invenciones se va imponiendo la presencia femenina y ya a principios del siglo XX las mujeres ocupan la mayoría de los empleos como secretarias.

La introducción de la fotocopiadora en 1959 se convirtió en el comienzo de una nueva era para el ejercicio de esta profesión.

Ya en la década del 70, con el “boom” de la informática, la secretaria comenzó a realizar su trabajo de una forma más fácil y ágil. La rápida incorporación de la tecnología moderna ha supuesto un nuevo impulso a la profesión de las secretarias, así como a sus niveles de selección.