Hoy 
La Habana, (EFE).- Cuba se encuentra en proceso de negociación con «varias compañías internacionales fuertes» para establecer alianzas que permitan la explotación de su tecnología biomédica, informó hoy una fuente del sector.
El subdirector general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) cubano, Carlos Borroto, indicó en una conferencia de prensa que varias compañías están interesadas en la tecnología utilizada por Cuba para el desarrollo de anticuerpos monoclonales en plantas.
Científicos cubanos anunciaron a principios de junio el registro en la isla de un anticuerpo desarrollado en una planta tratada genéticamente (planticuerpo).
El anticuerpo, obtenido a partir de plantas de la familia del tabaco, ya es empleado en la purificación del componente activo de la vacuna contra la hepatitis B, aunque los técnicos cubanos esperan producir en el corto plazo anticuerpos de aplicación directa.
Según las autoridades cubanas, se trata del primer anticuerpo monoclonal registrado en el mundo a partir de plantas transgénicas.
Borroto dijo que las negociaciones con las compañías, principalmente europeas, «van bien», pero se excusó de dar precisiones, al explicar que en este tipo de contactos se requiere «cierta discreción».
En ese sentido, afirmó que ha habido alguna negociación que ha fracasado cuando estaba cerca de concretarse por la repentina aparición de una «mano peluda», en referencia a los problemas derivados del embargo económico de Estados Unidos contra la isla.
Según Borroto, la importancia de este tipo de tecnología radica en las ventajas que ofrecen los anticuerpos desarrollados en plantas frente a los producidos en células de mamíferos, al permitir un «escalado» (o aumento de producción) más económico y eficiente.
El CIGB estima que, dependiendo del desarrollo de nuevos sistemas para su producción en el corto plazo, la oferta de anticuerpos para aplicación biomédica podría elevarse de los 15 registrados en la actualidad a unos 90 dentro de cuatro años.
Asimismo, los investigadores cubanos estiman que la demanda mundial de anticuerpos puede elevarse de las alrededor de tres toneladas que se producirán este año hasta entre 40 y 50 toneladas en el 2010, por lo que hará falta una tecnología que permita la rápida «escalada» industrial en la producción. EFE
