Empresarios y Gobierno tienen por delante un reto que demanda atención unificada, más aún en momentos en que la recesión es una constante en los mercados internacionales. El sector empresarial ha hecho señalamientos específicos sobre aspectos que, a su juicio, deben ser atendidos por el Gobierno, como facilitador que es, para impulsar nuestras exportaciones. Por ejemplo, la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) atribuye a la larga duración de un trámite burocrático la dificultad del país para colocar pechuga de pollo en el mercado de los Estados Unidos, con apego al DR-CAFTA.

También se señala que un acuerdo comercial formal con Haití permitiría que en vez de US$11 millones podamos venderle a ese país arroz por US$30 millones. Con los vegetales chinos ocurre que la falta de espacio de carga aérea limita la cantidad que podemos colocar en el mercado estadounidense. En fin, estos y otros señalamientos del empresariado contienen aspectos que requerirían atención oficial para mejorar nuestra competitividad. Lo saludable sería que Gobierno y empresarios confeccionen una agenda de trabajo para, en adición de los compromisos del gran diálogo, se puedan ver de manera conjunta los efectos de la recesión sobre nuestra competitividad y cuáles  pasos serían aconsejables para contrarrestarlos. Sin duda es un reto para ambas partes.

Sí, realmente se puede dar más

El Seguro Nacional de Salud (Senasa) es la Administradora de Riesgos de Salud del Estado. Eso es lo único que la diferencia de las demás ARS, pues tiene que operar bajo las pautas de la ley de seguridad social. Sea como fuere, Senasa se las ha ingeniado  para ampliar la cobertura que da a sus afiliados. Así, ha duplicado de RD$500 mil a RD$1 millón la cobertura para enfermedades catastróficas, lo que significa un gran apoyo para pacientes en circunstancias extremadamente difíciles.

Senasa también eliminó los co-pagos o pago de diferencias que se cargaban a los pacientes por servicios odontológicos y otros cargos similares. A pesar de estos incrementos en cobertura, la ARS estatal tiene holgura financiera para manejarse con los ingresos que recibe. Con esta práctica, Senasa confirma la convicción de que siempre se puede dar más de lo que dice la ley en materia de cobertura en salud, y nunca se debe dar menos.