POR GERMAN MARTE
La Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) respaldó ayer la decisión del presidente Leonel Fernández de devolver al Congreso Nacional el proyecto que crea el nuevo Código Penal, tras considerar que técnicamente la pieza no fue depurada, ni socialmente consensuada, antes de su aprobación por los legisladores.

Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente de Finjus, estimó que el Congreso se precipitó al aprobar el Código ahora devuelto por el Ejecutivo.

“Es preocupante y de una u otra forma resultó ser criticable, que ante una pieza legislativa de la dimensión de un proyecto de Código Penal, el Congreso descartara el debate abierto y el diálogo”, expresó Castaños Guzmán, quien recalcó que en este aspecto la posición del presidente ha sido correcta.

El jueves pasado, el presidente Leonel Fernández devolvió al Congreso Nacional el proyecto de ley que crea un nuevo Código Penal, para que sea revisado, discutido y se le corrijan las «incongruencias» que contiene.

Para el vocero de la Finjus, el proyecto aprobado por los legisladores no guardaba armonía con los demás cambios que están ocurriendo en materia de Justicia Penal.

Castaños Guzmán dijo que es indispensable que la reforma se haga de forma integral, “es indispensable que el Código Penal y el Código Procesal Penal, en cuanto instrumentos de política criminal, mantengan entre sí una relación armónica, que es lo que está diciendo el presidente”.

Subrayó que entre el Código Penal y el Procesal Penal existe una relación de interdependencia, ya que si bien los objetos son dispares, los principios deberían ser estrictamente paralelos, “ambas disposiciones tienen como normas primarias la Constitución y los tratados internacionales”. En su opinión urge una reflexión en torno a la necesidad de fortalecer el compromiso con el estado de derecho y la plena vigencia de la Constitución.