Complace Junta fiscalice primarias

<p>Complace Junta fiscalice primarias</p>

El escritor y dirigente del Partido Reformista Social Cristiano, Belarminio Ramírez Morillo, felicitó a la Junta Central Electoral por tomar la iniciativa de reglamentar y fiscalizar las asambleas y convenciones electorales de los partidos políticos.

Manifestó que el proyecto de reglamento sometido por el órgano electoral a los partidos políticos para su discusión y posterior aprobación es una señal de que el alto tribunal electoral, asumirá la responsabilidad que les confiere la normativa de electoral para contribuir al fortalecimiento institucional de las organizaciones partidarias.

El dirigente político expresó su satisfacción por la iniciativa tomada por los honorables magistrados de la Junta Central Electoral. Dijo que iniciativas como esa contribuyen a que el órgano electoral  recobre la legitimidad perdida.

El abogado y político manifestó que los magistrados electorales una vez juramentados en los cargos preferían ignorar el mandato de la ley electoral de fiscalizar a los partidos políticos en cuanto al cumplimiento de la democracia interna y al uso de los fondos que reciben del erario público, y optaban por mantener relaciones armoniosas con burocracias partidarias que en las mayorías de las ocasiones actúan de espalda a los intereses de sus correligionarios y de la nación.

El especialista en materia electoral señaló que quienes han estado al frente de la Junta Central Electoral en los últimos procesos electorales, de una u otra forma se han convertido en cómplices de que los partidos hayan degenerados en entelequias carentes de legitimidad y poco representativos de los ciudadanos y ciudadanas.

El escritor y dirigente reformista manifestó que los magistrados electorales deben tomar iniciativas similares para garantizar que el financiamiento público a los partidos políticos cumpla con los propósitos para los cuales fue establecido. 

Precisó que la coyuntura es oportuna para evaluar, si ha valido o no la pena, poner en manos de políticos que no necesariamente piensan en los intereses de la nación, el manejo de recursos que bien pueden ser destinados a la educación,  la salud y preservación del medio ambiente.

Sostuvo que el financiamiento público a los partidos se ha convertido en un atractivo para que una burocracia, en gran parte parasitaria, se adueñe de importantes áreas de control e influencia a lo interno de las organizaciones partidarias. A juicio del politólogo y abogado, la aprobación del financiamiento público a las organizaciones partidarias, fue con el objetivo específico de contribuir a mejorar la calidad de los dirigentes políticos. Dijo que ese fue el espíritu del debate político que condujo a la reforma electoral de 1997.

Señaló que las organizaciones partidarias no han dado el uso adecuado a los millonarios fondos recibidos del Estado, y la prueba más fehaciente la constituye el hecho de que desde la campaña electoral de 1998, cuando se inició el financiamiento público a las entidades partidarias, hasta la fecha, estas organizaciones en vez de fortalecerse en términos institucionales y en la calidad de sus directivos, por el contrario se han debilitado.

El dirigente político y especialista en materia electoral, dijo que él, al igual que las mayorías de los intelectuales que promovieron las reformas políticas y electorales para fortalecer a los partidos y  la democracia, se sienten engañados con respecto al uso que las autoridades partidarias han dado a los recursos recibidos del Estado, fruto de los impuestos que pagan los ciudadanos  y ciudadanas.

Belarminio Ramírez Morillo, quién fue Secretario de Capacitación del PRSC y subdirector del Instituto de Formación Política, lamentó el hecho de que las autoridades partidarias no hayan cumplido con la obligación de dedicar parte de esos recursos a la ejecución de programas para la formación y capacitación de los dirigentes.

Manifestó que el financiamiento público en vez de contribuir a mejorar el desempeño de los partidos frente a la sociedad, lo que ha hecho es debilitarlos, puesto que ese dinero muchas veces lo que genera es pugna a lo interno de las organizaciones, debido a que son muchos los conflictos por la administración de los mismos.

Adujo que muchos de los dirigentes que ocupan cargos importantes en la dirección de los partidos son atraídos y motivados por el privilegio de administrar esos fondos millonarios. Dijo que en ciertas medidas, esos millonarios recursos provenientes del Estado, han obstaculizado el fortalecimiento y renovación de las organizaciones partidarias.

El dirigente político, quien fue Delegado del Partido Reformista Social Cristiano por ante la Dirección Nacional de Elecciones en varios procesos electorales, dijo que la Junta Central Electoral, en ciertas medidas es responsable de que los partidos no les den el uso debido a los recursos recibidos del Estado.

Manifestó que el  órgano electoral tiene la facultad para reglamentar sobre el uso que las organizaciones partidarias deben darle a los fondos provenientes de la contribución del Estado, y no lo ha hecho.

El profesor universitario dijo que el Reglamento que evacua el tribunal electoral previo a cada elección, se limita a especificar el monto de dinero que recibirá cada organización política, pero que en ningún momento, los magistrados se han querido referir al uso que las autoridades partidarias deben darles a esos recursos.

El dirigente político dijo que de mantenerse el financiamiento público a los partidos en los procesos electorales venideros, es necesario legislar para que por lo menos el 50% de los fondos que recibe cada organización política lo dedique a la formación de sus dirigentes y forjamiento de un nuevo liderazgo.

Adujo que es urgente que los partidos mejoren su imagen frente a la ciudadanía. Y una forma de mejorar esa imagen es invirtiendo los recursos del financiamiento público en programas para mejorar la calidad de los cuadros directivos. 

Manifestó que no tiene sentido el hecho de que los ciudadanos financien a organizaciones en las cuales no se sienten representados. No tiene sentido que los ciudadanos financien a partidos y candidatos que no son capaces ni siquiera de presentarles programas en las campañas electorales.

Belarminio Ramírez mostró su fe y su esperanza en que los actuales magistrados de la Junta Central Electoral tomen las iniciativas de lugar para que no sucumba el sistema de partidos en la República Dominicana.

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