Complejidades

Complejidades

Existe en nuestro país un mecanismo intrincado y complejo que manipula numerosas variables para determinar los niveles de precios.

La relación oferta-demanda, que debería ser el factor dominante, no tiene en nuestro caso la fuerza determinante que debería tener.

Si una circunstancia coyuntural determina alzas en los precios, la reversión de ese estado de cosas no necesariamente provoca el descenso correspondiente.

Cuando la cotización del dólar inició su escalada alcista, hasta alcanzar los RD$60 por US$1, la generalidad de los precios se disparó en alza. Desaparecida esa circunstancia y habiendo descendido la «prima» a los niveles actuales, muchos de los precios permanecen injustificadamente altos y no hay señales de que vayan a bajar en lo inmediato.

En una declaración reciente, el Presidente Leonel Fernández ha dicho que es inevitable que los precios sigan bajando porque la competencia obligará a que los productos de primera necesidad experimenten las reducciones que espera la población.

Sería deseable que esta percepción del Presidente se transforme en hechos, pero el planteamiento hace pensar en que la competencia será una novedad, algo que no existe ahora y que en algún momento surgirá para forzar las reducciones de precios. En materia de producción y de mercado ha existido una activa competencia, pero la misma no ha influido en los precios ni siquiera en momentos en que la cotización del dólar ha sufrido desmontes considerables.

-II-

Al margen de lo que pueda determinar la competencia, es necesario que el Estado proporcione medios para proteger a los consumidores.

Aunque los nuevos formatos de las relaciones económicas y comerciales hacen inaplicables los controles de precios, siempre es posible influir en los mismos, en su estabilidad y en que no haya márgenes abusivos de rentabilidad.

Muchos artículos que no han sido afectados por la reforma fiscal son vendidos como si estuviesen gravados por la misma, pero las autoridades no interfieren en el asunto.

Tampoco se ha logrado que los productos de origen local salgan de las fábricas etiquetados con los precios, como forma de controlar los márgenes fijados por la intermediación y etectar fluctuaciones que pudieran perjudicar al consumidor.

Aunque la competencia es uno de los factores de la oferta, y ésta a su vez es determinante en los precios, no todo se puede dejar a merced de esa variable. Los medios de protección al consumidor deben hacer hincapié, inclusive, en los niveles de calidad de los productos

Hay una voracidad comercial que no ha sido controlada, y una prueba de ello es que la caída de la «prima» del dólar no ha significado caída recíproca de los precios de los artículos de consumo.

La población sigue a merced de la especulación que se da en las redes de intermediación y comercialización, y es necesario que otros medios, además de la competencia, influyan para que haya reciprocidad entre costos y precios.

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