El complejo Jigüey-Aguacate, una obra de alto costo financiada con recursos propios, está fuera de servicio desde finales de 2007 por los daños dejados por las tormentas Olga y Noel, informó el administrador de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana. Repararlo cuesta más de US$15 millones.
El funcionario, quien expresó que en sus planes de mediano plazo está la intervención en ese complejo, dijo que una de las centrales de Jigüey no está funcionando, principalmente por los problemas de sedimentación que afectan a las turbinas.
La presa de Aguacate, que colapsó, también debe ser reparada, afirmó Ventura, al resaltar que ese embalse tiene alrededor de 30,000 metros cúbicos de arena que es difícil sacar de allí por la dificultad de las vías de acceso. Sin contar con los problemas que presentan sus turbinas.
Sólo la reparación de la central de Aguacate implica una inversión de US$15 millones, que serían desembolsados por el Banco Mundial, dijo Ventura.
Ustedes saben que a veces estos financiamientos son un dardo envenenado, entonces tenemos que resolver este problema con una empresa extranjera que no tiene la capacidad y la experiencia y eso nos ha detenido un poco el proceso de licitación, manifestó.
Entrevistado en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, Ventura dijo que la solución integral que se busque para ambas centrales debe tocar la descarga de la central de Jigüey, la obra de toma del embalse de Aguacate.
Asimismo, el trasvase del río Mahomita y la limpieza de sedimentos en el embalse de Aguacate.
Aguacate es la central más productiva de la República Dominicana, expresó el funcionario, quien lamentó su salida del sistema energético.
De hecho, su histórico de generación alcanza los 191.35 megavatios.
Las demás hidroeléctricas. La capacidad instalada del parque hidroeléctrico del país es de 523 megavatios, producidos por 25 centrales y mini centrales.
Sin embargo, la disponibilidad de potencia, a enero de este año, era de 395.71 megavatios, lo que implica una reducción de su capacidad en un 25%.
La capacidad promedio diaria de generación es de 96.77 megavatios, según los datos que aparecen en un informe de EGEHID de febrero de este año, en el que también se estable que, con relación a los demás sistemas de generación, la capacidad instalada de las hidroeléctricas es de un 14%.
Ventura explicó que la producción de las hidroeléctricas está programada entre lunes y miércoles, con una capacidad de caudal controlada para no afectar el consumo humano y la agricultura.
Cuenca Nizao
La cuenca del Nizao, considerada como una de las más importantes del país, necesita ser protegida porque de ella depende el abastecimiento de agua de una gran parte de la ciudad de Santo Domingo, afirmó Ventura.
Su alerta se debe a que esa cuenca sigue siendo depredada por el conuquismo, lo que se traduce tanto en la reducción de la producción de agua como en la sedimentación de las presas que les son conexas.
Todas las lomas a su alrededor están sumamente degradadas, incluso por los efectos de los asentamientos humanos.
Esas dos situaciones ocurren pese a que hay decenas de decretos que declaran muchas de sus áreas como zonas protegidas.
Lo lamentable es que ya casi es imposible sacar a esas personas de ahí, refirió Ventura al destacar que en esa cuenca hay cuatro presas y cuatro embalses importantes que son Jigüey, Aguacate, Valdesia y el contraembalse de ésta denominado Las Barías.
Zoom
Angostura
La hidroeléctrica de Angostura, situada en Santiago, está en operación desde 1986. Estuvo fuera de servicio desde agosto de 2009 hasta enero de 2010. Su capacidad instalada es de 18 megavatios.
Jimenoa
No ofrece servicios desde el 17 de septiembre de 2009 por el deterioro de la turbina y una fuga de agua. Está situada en Jarabacoa y su capacidad instalada es de 8.75 megavatios. Entre las averías que presenta esta presa se citan el rodete de la turbina, las paletas móviles del distribuidor, la tapa de la turbina y el tubo de aspiración.