Decoración y diseño de interiores son dos conceptos que suelen confundir y muchas veces se entienden como sinónimos.

Ambas ramas trabajan para sacar el mejor provecho de los espacios, aunque cada uno abarca un área específica.

Los diseñadores de interiores trabajan para crear espacios atractivos, funcionales y seguros, satisfaciendo las necesidades específicas de cada cliente.

Necesitan una formación formal en ergonometría, iluminación, detalles arquitectónicos como la integridad espacial y de estructura y manejar planos y dimensiones, acústica y estética. Entre las funciones del diseñador está planificar y equipar los espacios interiores.

Diseñan, crean y modifican las áreas para los propósitos requeridos.

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El diseño de interiores va de cómo percibimos los espacios y la forma en que finalmente los utilizamos. Ya sea para comercio, recreo, vivienda o trabajo.

Mientras que si hablamos de decoración de interiores nos vamos a la elección de mobiliario y su distribución.

Es el decorador quien asesora al cliente en materia de terminaciones, materiales y la elección de proveedores.

En la decoración se busca desarrollar ambientes finales agradables, por lo que se trabaja con dimensiones, volumen y color.

La decoración entra cuando ya se han definido los espacios y su estructura, sigue las tendencias de estilo, color, telas y el aspecto estético de los espacios a trabajar, apoyándose en la creatividad para así lograr el resultado esperado.

Creencia

Se suele entender que el diseño de interiores y la decoración son lo mismo, pero no es así, uno tiene que ver con los espacios y el otro con el mobiliario, los colores, volumen…