Complicaciones en la menopausia

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POR CAROLIN GUZMÁN
La mujer de hoy vive una vida muy agitada, a causa de las diversas actividades cotidianas, como son los compromisos laborales y del hogar y todo lo que conlleva cuidar de los hijos, en fin, un sinnúmero de obligaciones al que ninguna madre  puede “escapar” y mucho menos ignorar.

En momentos como estos, la mujer tiende a descuidar un poco de sí misma para cumplir con las responsabilidades que le otorga su papel de madre, esposa y empleada, sin darse cuenta del daño que puede ocasionarle involuntariamente a su salud.

Por esto, es importante que toda mujer mantenga una alimentación sana en combinación de ejercicios que mejoren y ayuden a mantener su calidad de vida. Sobre todo, la mujer que entra a una etapa más madura debe consultarse periódicamente con un especialista para no correr ciertos riesgos que más tarde pueda lamentar.

Y es que muchas mujeres no se preocupan o no se percatan de los cambios físicos que se van dando en su cuerpo a través del tiempo, y aunque estos cambios sean simples y sencillos, se les debe prestar una seria y rigurosa atención.

Por esta razón, el doctor Jorge Vargas, especialista en Ginecología y Obstetricia y quien pertenece al Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM) recomienda a la mujer estar bien orientada en cuanto a los cambios fisiológicos que se van presentando  en su cuerpo.

La menopausia es uno de esos cambios físicos que se presentan luego de los 40 años en la vida de la mujer, la cual se concreta luego de que la mujer deja de percibir la menstruación durante un año, sin ninguna posibilidad de que ésta se presente nuevamente.

La menopausia forma parte del proceso de envejecimiento natural en la mujer, por lo que es un cambio normal, pero no menos cierto es que llegada esta etapa, la mujer tiende a tener mayores complicaciones, las cuales sino se atienden a tiempo, pueden acarrearles enfermedades de hipertensión arterial y cardiovascular, siendo esta última la principal causa de muerte de la mujer en la menopausia.

Vargas explica que esto es debido al déficit hormonal que presenta la mujer en su cuerpo (estrógeno y progesterona), las cuales se hacen acompañar de la pérdida de la capacidad de reproducción.

Esto provoca determinados cambios como son:  sofocos o bochornos de calores bruscos, pérdida de sueño, resequedad vaginal y en la piel, cambios de humor, fatiga y dolores articulares, también problemas de osteoporosis, alzheimer, mayor incidencia de cáncer de colon, pero sobre todo  trastornos de Síndrome Metabólico, como son el aumento de la grasa abdominal, problemas de colesterol, en los triglicéridos, la glucosa y la glicemia, causando trastornos hipertensivos.

Por esto es muy importante, según destaca el especialista, que la mujer consulte a su médico, solicite orientación y se realice todos los estudios de lugar que garanticen que todo anda bien.

Siendo así –dice Vargas- la paciente califica para someterse a un tratamiento de terapia hormonal, la cual según resalta, no es dañina, siempre y cuando presente un buen historial clínico.

Recientemente un estudio realizado por la Sociedad Internacional de Menopausia (IMS por sus siglas en inglés), demostró los beneficios de la terapia hormonal en combinación con el estradiol y la drospirenona, los cuales constituyen las opciones terapéuticas con las más bajas dosis de suministro, teniendo un efecto favorable sobre la tensión arterial y en la prevención significativa de la osteoporosis. “Es la única hormona conocida hasta la fecha que puede disminuir las cifras tensionales de la paciente”, asegura el doctor Vargas.

Otros beneficios importantes que se desprenden de la combinación del estradiol y la drospirenona es que evita la retención de líquidos y previene el aumento de peso, logrando así el aumento del colágeno en la piel poniéndola más tersa y suave.

Pero la terapia hormonal puede presentar riesgos severos como son los coágulos sanguíneos, ataques cardiacos, derrames cerebrales, cáncer de seno y enfermedades de la vesícula biliar, por eso es que la mujer que presenta  problemas de sangrado vaginal o padezca de algún tipo de cáncer tales como de seno y uterino no debe recibir una terapia hormonal.

Señala que el tiempo para que una paciente sea elegible al tratamiento de terapia hormonal debe ser durante los primeros 5 años de tener la menopausia, esto así porque en esta primera etapa la mujer presenta los síntomas primarios como son cambios de humor, ansiedad, pelea con los hijos y sudoraciones.

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