Complicado divorcio para los duques de Lugo

Complicado divorcio para los duques de Lugo

ELSEMANALDIGITAL. Es el gran asunto de la vuelta del verano, seguido en la alta sociedad con especial atención por tratarse del primer divorcio en la democracia de una hija del Rey. En el proceso de separación legítima de los  Duques de Lugo, la Infanta Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, que avanza rápido, el silencio rodea todos los movimientos.

Don Juan Carlos, en asunto tan delicado, ha dado instrucciones en la Casa Real para que esta cuestión no salte bajo ningún concepto a tertulias de televisión y se convierta en espectáculo que dañe sobre todo a la Infanta Doña Elena. En el mundo de la moda y las Fundaciones, sobre todo Loewe y la Fundación Winterthur, franceses y suizos están expectantes.

Sin duda, tomarán buena nota de lo que suceda al final. E incluso pueden adelantar movimientos en lo que es una partida de ajedrez, de intereses, egos y cuentas pendientes.

Jaime de Marichalar a lo largo de estos años pisó muchos callos. Es una persona que en un besamanos siempre mira a quien no saluda, tratando de controlar todos los movimientos, dice quien bien le conoce y sufre.

Durante su matrimonio con Doña Elena pasó de su puesto en un banco de París a un primer plano económico y social que ahora le cuesta dejar y se resiste a abandonar. No estar en un primer plano de la noche social, en actos y eventos, le irrita profundamente.

Junto a las cuestiones legales del divorcio, que por ambas partes se estarían definiendo, permanecen muchos puntos oscuros sobre las razones que han impedido la reconciliación.

El duque de Lugo trató antes del verano de presentarse como víctima. Pero en la alta sociedad madrileña se señala el poco apego de la Infanta a determinadas amistades masculinas del duque de Lugo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas