Atlanta, EE.UU. EFE. El principal componente del azafrán, la cúrcuma, desencadena un mecanismo que inhibe el patrón de células cancerosas presentes en la saliva que hacen que el cáncer de cuello y la cabeza se desarrollen, según un estudio de UCLA.
El hallazgo más importante de este estudio fue que nos muestra que la cúrcuma puede trabajar en la cabeza y cuello de los pacientes con cáncer maligno y reducir la actividad que promueve que crezcan, declaró Marilene Wang, cirujana de cabeza y cuello y principal autora del estudio que llevó a cabo el Jonsson Comprehensive Cancer Center. El estudio encontró que esta especia, altamente consumida en algunos países como la India, también suprime el patrón de células relacionado a una reducción del número de unas moléculas pro inflamatorias en la saliva (citocinas).