La economía dominicana en el primer semestre, de acuerdo al informe preliminar del Banco Central, aumentó en 3.8%, cifra que representa casi la mitad del potencial de crecimiento, sin embargo es un comportamiento cónsono con lo que está ocurriendo en la economía global.

La economía global va de mal a peor y no es accidental que en cada informe trimestral del FMI se revisen a la baja los estimados relativos al PIB. A julio de este año el FMI proyectaba un crecimiento del PIB norteamericano en apenas 2% para este año, la UE una caída de 0.3% y las estimaciones para AL y el Caribe eran de un crecimiento promedio de 3.4%.

En RD el aumento del PIB en 3.8% fue un resultado del crecimiento de la agropecuaria en 5.8%, comercio (5.7%), hoteles, bares y restaurantes (4.0%), intermediación financiera (8.5%), zonas francas (2.5%), manufactura local (1.9%), mientras  la construcción experimentó una caída de 0.4% a pesar de que el Gobierno aumentó los gastos en inversión en 81.7%.

El sector externo mantiene un comportamiento adecuado en medio de la crisis global, sin embargo las tasas de crecimiento han mostrado una ralentización en relación al pasado año y al primer trimestre de este año. Por ejemplo las exportaciones totales crecieron  29.7% en 2011, y 12.2% en el primer trimestre, ahora, a mitad de año, el crecimiento se redujo a 4.8%. Las exportaciones de ZF aumentaron 19% el pasado año y en este primer semestre en 7.9% y las remesas disminuyeron en 0.7%, sin embargo turismo creció casi el doble (6.3% vs 3.65) y la Inversión extranjera directa aumentó un impresionante 144.7%.

Esa desaceleración económica ha provocado una reducción en el crecimiento de las importaciones nacionales que aumentaron 3.1% frente a 14.1% en el mismo periodo del pasado año. La factura petrolera creció 4% (el primer semestre de 2011 aumentó 29.5%) y eso ha permitido una mejoría en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos cuyo déficit  se redujo en US$152.7 millones (8.5%). Las proyecciones apuntan  este año a un  déficit inferior en por lo menos 2 puntos porcentuales del PIB. En el informe preliminar del B se ofrecen cifras relativas al comportamiento financiero del Gobierno Central, cuyos ingresos aumentaron en 18.9% en relación al pasado año, pero quedaron por debajo del estimado en RD$6,500 millones, mientras el gasto total se incrementó en 41.2%; los gastos corrientes en 22.1% (motivado por el aumento de las transferencias corrientes en RD$10,307 millones, entiéndase sector eléctrico) y los gastos de capital aumentaron en 97.5%. El resultado fue un déficit de RD$57,510 millones, casi 30 mil millones más que el déficit del pasado año.

Puntos a destacar de ese informe son el comportamiento de los precios, pues a junio la inflación acumulada en el año fue de 0.89% y la anualizada de 2.71% (a julio la acumulada fue de 0.69% y la anualizada de 1.64%) y las Reservas Internacionales Brutas cerraron en US$3,607 millones, superiores en US$661 millones a similar periodo de 2011. Las Reservas Internacionales Netas cerraron en US$3,219 millones, para un incremento de US$612.7 millones y las Reservas Netas Consolidadas fueron mayores en US$524.8 millones.

En medio de un panorama global adverso y un ajuste fiscal en marcha, la política monetaria se está desplazando a una postura más flexible, gracias al espacio que le permite un nivel de inflación muy por debajo de la meta del programa monetario, estimulando así un mayor descenso de las tasas de interés y un aumento de la demanda agregada. Un nuevo acuerdo con el FMI, la definición de la reforma fiscal, la aprobación del presupuesto para el 2013, con la impronta social de la presente administración, garantiza un apuntalamiento de la confianza de los agentes económicos y los mercados. Y esos factores van a garantizar este año un crecimiento cercano al 4% con baja inflación.