Comportamiento político y sus factores psicológicos

Comportamiento político y sus factores  psicológicos

En estos días estamos viviendo una situación política nacional muy difícil, en la cual hemos dejado a un lado muchas de las aristas de relevancia, sobre todo en el ámbito psicológico de nuestra sociedad.
Para entender la política, debemos remontarnos a la ideología de sus principales pensadores que profundizaron acerca de la misma, los filósofos griegos, Aristóteles y Platón, y desde entonces el concepto de la política ha ido evolucionando a través de la historia de la humanidad. Esta evolución llevó a incentivar el surgimiento de la Psicología Política como disciplina científica que trata de describir y explicar el comportamiento político, estudiando los factores psicológicos, sociales y ambientales que influyen en él, facilitando así una mejor participación política tanto pasiva como activa, ya que otorgaría una mayor comprensión de los procesos subyacentes a los hechos políticos que acontecen en su vida cotidiana, es decir, enfatizar la relevancia de este aspecto, para así lograr toma de decisiones y elecciones más apropiadas.
Lo más interesante de todo esto es que aún cuando el repertorio de diferentes papeles desempeñados hasta ahora por la Psicología Política continúan teniendo su lugar en la disciplina y en la práctica profesional, es de señalar que el papel primordial de la adecuación cognitiva a los cambios sociales obliga a desarrollar metodologías, sensibilidades y contenidos orientados fundamentalmente a la anticipación y predicción del cambio. Este papel, además de su posible justificación histórica, tiene hoy una especial significación, cuando tenemos un posible cambio como protagonista y asumiendo además, que los sistemas electorales tienen tanto efectos “mecánicos” como “psicológicos”.
No tengo la menor duda de que una vez más, se intenta adecuar las expectativas, creencias y valores de las gentes a los nuevos tiempos, pero continuamos descartando las desviaciones patológicas como alternativas posibles. El estudio de la conducta de voto y, en un sentido más general, de la participación política es otra de las raíces indiscutibles de la Psicología Política actual.
Cuando vemos que las decisiones políticas y económicas nos afectan directamente en nuestro día a día, en cuestiones vitales como asegurarnos un techo bajo el que cobijarnos o garantizar el sustento de nuestra familia, nuestra capacidad para anticiparnos se ve mermada, al tiempo que aumenta nuestra inseguridad. De pronto, es como si el futuro ya no estuviera en nuestras manos y perdiéramos la capacidad de protegernos y defendernos. Nos sentimos inestables, vulnerables y aparecen el estrés, la ansiedad y el miedo a no ser capaces de controlar el futuro. Estas alteraciones en el estado de ánimo provocan conflictos con la pareja, los amigos y la familia y hacen que nos mantengamos en un estado de alerta constante, reaccionando de forma desmesurada ante cualquier tipo de contratiempo o, por el contrario, sintiéndonos minúsculos y alimentando nuestra sensación de impotencia.

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