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La economía dominicana va a cerrar este año con un crecimiento del PIB mayor al 7 por ciento, inflación rondando el 6 por ciento, y a pesar de la lenta recuperación de nuestro principal socio comercial, el sector externo presentó un adecuado comportamiento con las exportaciones, especialmente las de bienes, con un impresionante crecimiento, así como también la inversión extranjera.
De acuerdo a las cifras preliminares las exportaciones nacionales aumentaron por encima de un 50% en relación al pasado año, superando los US$2,500 millones y la buena noticia es que el sector de zonas francas, tras cuatro años de caídas consecutivas, las proyecciones apuntan a un crecimiento cercano al 3.7%, como un resultado de la diversificación de ese sector en rubros como los equipos médicos, quirúrgicos, joyería, call center, calzados y tabaco, que han compensado el descenso de los textiles
Las remesas van a experimentar una caída en el entorno del 2.8% (aproximadamente US$80 millones) comportamiento que se entiende en el marco de una situación mundial donde los EU mantiene una tasa de desempleo cercana al 10% y España al 20%, sin embargo el crecimiento del sector turismo, en el entorno de 4.6%, ha permitido generar divisas adicionales superiores a los US$185 millones que compensaron con creces el descenso de las remesas. La fuerte reactivación económica impulsó un aumento de las importaciones nacionales en más de US$2,400 millones, equivalente a un 25 por ciento, y el incremento de la factura petrolera fue responsable del 40 por ciento de ese aumento.
Este fuerte incremento de las importaciones explica perfectamente el aumento del déficit en cuenta corriente que las proyecciones apuntan a una cifra cercana a US$3,860 millones, equivalente al 7.5% del PIB.
La cuenta capital y financiera manifestó un superávit en el orden de US$3,300 millones, un incremento de 26.1 por ciento en relación al pasado año.
La inversión extranjera directa se mantuvo a niveles casi idénticos al pasado año (US$2,066 millones) pues aunque por razones de cuentas contables la inversión extranjera directa aparentemente disminuyó en US$536 millones, lo cierto es que la cuenta inversión en cartera por US$525 millones, refleja inversión extranjera realizada por una empresa que utilizó financiamiento bancario del exterior.
El balance global de acuerdo a las proyecciones se va a situar en el entorno de los US$475 millones, el cual se ha financiado con recursos provenientes del Fondo Monetario Internacional y en menor medida con pérdida de reservas del orden de los US$100 millones.
En una situación mundial de lenta recuperación, con la demanda contraída y altas tasas de desempleo en nuestros principales socios comerciales, el comportamiento del sector externo es más que satisfactorio y para el año próximo, salvo que se disparen los precios del petróleo, la reducción del déficit del gobierno central de 2.3 por ciento del PIB este año a 1.6 por ciento del PIB, con un superávit primario equivalente al uno por ciento del PIB, va a contribuir a una reducción en las importaciones y el déficit en la cuenta corriente.
