Con el paso del tiempo, el consumismo ha llevado a la gente a gastar más y más dinero sin pensar en el riesgo que esto supone no sólo para el bolsillo sino también para la salud emocional.

Esta condición de comprar compulsivamente afecta no solo a las mujeres, sino que es un problema también de hombres, aunque existe una diferencia marcada en los artículos que adquieren ambos sexos.

Mientras que las mujeres se derriten por ropa, perfumes o joyas, los hombres prefieren invertir en materiales informáticos, productos de electrónica o música.

La psicóloga Kaly Báez, de Terapia Boutique, explica que como todas las adicciones, la de comprar se realiza para llenar un vacío que la persona tiene en su vida, muchas veces inconsciente que está dentro de ellos.

Asegura que esta conducta puede ser aprendida en la familia, una vulnerabilidad notable a depender de lo externo o a personas y cosas materiales, para sentirse bien, como también por sentir vacío espiritual, amoroso y familiar.

Báez explica que a diferencia del consumidor ocasional, el comprador compulsivo pierde interés en el objeto que ha comprado con la misma rapidez que lo compró, provocando esto la acumulación de muchos objetos innecesarios y por ende un vacío que no es llenado por los productos que adquiere.

Perfil de compradores compulsivos. La especialista de la conducta advierte que para muchos compradores compulsivos, la compra representa el poder de tomar sus propias decisiones negadas en su entorno familiar o laboral.

Es por ello que no es difícil identificar a las personas que padecen este trastorno.

A continuación la psicóloga enumera algunas señales que ayudan a identificar a un o comprador compulsivo.

1. Comprar cosas innecesarias o inútiles, es una de las principales características de estas personas, explica Báez

2. La persona que compra por impulso suele esconder lo comprado o guardarlo para cuando pueda necesitarlo, representando esto una justificación del inconsciente.

3. No sabe administrar su dinero. No ahorra, no tiene planes futuros con respecto a sus ganancias económicas, entre otras.

4. Mienten mucho y tienen muchas deudas, que pueden hacerle perder todo tipo de cosas.

5. No tienen buenas relaciones interpersonales, prefieren andar y estar solos para no sentirse juzgados, es por ello que a la hora de hacer sus comprar desmedidas prefieren ir solos, para no ser criticados ni juzgados por los demás.

Efectos de las compras. La especialista asegura que realizar compras sin control alguno, es como el placer momentáneo que sienten de adquirir algo, y este actúa como un calmante para ellos, como una droga que hace olvidar una crisis. Y como toda droga va creando una adicción que termina por convertirse en un trastorno o en una adicción mayor.

¿Cómo se trata este tipo de pacientes? Kaly Báez sostiene que es un trabajo arduo, largo. Se trabaja con mucha red de apoyo, con control de dinero, de estímulos que lo o la motiven a no a caer en su adicción y de la mano de un psiquiatra, de ser necesario utilizar fármacos.