Compradores no favorecen el traslado  buhoneros de la París

Compradores no favorecen el traslado  buhoneros de la París

Vendedores  de la avenida París  abogan porque  el Ayuntamiento del Distrito Nacional les deje  en sus  lugares de trabajo en vez de reubicarlos en otros espacios. En tanto, la mayoría de compradores consultados los apoya.

De nueve clientes entrevistados en un sondeo de este diario, ocho  respaldan a  los buhoneros en su afirmación de que  realizan un trabajo digno como cualquier otro y por tanto  no hay razón alguna para que sean trasladados.

Sin embargo, exhortaron a que respeten  el tránsito vehicular, a los transeúntes y el ornato del sector.

A favor.   “Los vendedores solamente tienen que acomodarse porque ese es su medio de trabajo, y no ocupar el tránsito público”, opinó Ana González, mientras revisaba unos zapatos en un mostrador ubicado en la avenida Duarte.

 Sin dejar de mirar la ropa que compraría, Margarita Osorio, quien se trasladó desde Salcedo, sostuvo que por la limpieza de las calles y las aceras los buhoneros deben ser reubicados en un lugar específico donde trabajen con organización.

 Pero aclaró que “no deben eliminarse estos negocios porque ellos venden mejor que en las tiendas”.

  Mientras que Andrea Ramos, quien como todos  los lunes viene desde Higüey a comprar ropa de paca, dijo que los buhoneros tienen derecho a ganarse la vida dignamente.

Asimismo, el comprador Agustín Nolasco, de 30 años, piensa que la razón por la cual deberían ser trasladados a otra parte es para que estén más cómodos.

La señora Isabel Reyes, de 73 años, residente en las proximidades del mercado,  entiende que no se debe impedir que hombres y mujeres puedan criar a sus hijos trabajando en el negocio informal.  Pero instó a los buhoneros a respetar las leyes de salubridad.  

En contra.  “Hay que tener las calles limpias, que los muevan de aquí porque esto es un caos total, ahora está un poco más reducido porque antes no se podía ni caminar por aquí”, exclamó Delio Guerrero, quien lleva más de 20 años trabajando en una empresa cercana al mercado.

Los vendedores.   Domingo Vicente, quien lleva 12 años trabajando como vendedor,  se niega  a que los trasladen de la París. “Aquí hay más vida, además, nosotros ya no ocupamos las calles, sino parte de las aceras y no afectamos el tránsito de la gente”, aclaró.

Asimismo, el comerciante indicó que hay policías que diariamente supervisan la organización y el respeto del espacio público.

 “Mis hijos se han hecho hombres gracias a mi trabajo en este puesto de frutas. Estoy de acuerdo con que las autoridades nos trasladen siempre que sea a un lugar cómodo donde podamos ubicarnos todos y que la gente nos encuentre fácil”, explicó  Ramón Márquez, vendedor de frutas en el mercado.

Las claves

1.  Seguridad

Durante el recorrido realizado por este medio, miembros de la Policía Nacional supervisaban el área donde se desarrolla el improvisado mercado.

2.  Ventas

Los lunes y martes, que es cuando se abren las pacas, son más fluidas las ventas de artículos, en especial ropa y zapatos.

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