Compras por Internet: bueno, bonito y barato

Compras por Internet: bueno, bonito y barato

Un estudio reciente señala que más del 70% de los internautas de todo el mundo se ha lanzado a consumir en los inmensos centros comerciales virtuales de la red. En Estados Unidos los hispanos son la minoría que más usa el comercio electrónico. ¿Lo último? Internet baja los precios los lunes para captar más clientes. Aunque, eso sí, mucho cuidado con los fraudes…

Todas las ventajas de la red en su carrito de la compra: rapidez, comodidad y, sobre todo, ahorro de dinero. Así no es de extrañar que cada vez sean más las personas que se animan a mirar escaparates por Internet e, incluso, a consumir. Según un estudio reciente de la consultora ACNielsen el 77% de los internautas de todo el mundo ha realizado alguna compra cibernética.

La mayoría de los encuestados mencionan los libros entre los tres productos que más compran por Internet. Les siguen muy de cerca las películas o videojuegos, los billetes de avión y la ropa y accesorios. Descargarse música o CDs, comprarse aparatos electrónicos y ordenadores y hacer reservas de hoteles y viajes son otras de las actividades más demandadas por los compradores de la red.

Los hispanos, a la cabeza de EEUU
Con Internet encontrará – a un sólo click de su ratón- un inmenso mercado con todos los productos y servicios que pueda llegar a imaginar y donde las barreras no existen. Sólo necesita conectarse a la red y tener a mano una tarjeta de crédito. Este medio de pago es el más utilizado por los compradores online, seguido por la transferencia bancaria. 

Otra opción es el pago contra reembolso, más popular en Europa que en América.  Precisamente estos dos continentes son los que encabezan la lista de compradores por Internet, que en países como Alemania, Austria e Inglaterra superan el 95% de los usuarios. 

En Norteamérica sobresale Estados Unidos, donde los hispanos son la minoría que más usa el comercio electrónico; más de la mitad de los que tienen acceso a la red la aprovechan para comprar, casi tanto como la media general del país. Latinoamérica, en cambio, todavía está en la cola en esta fiebre de compras por la red que incluso tiene su día de rebajas. 

Y es que en Estados Unidos, Internet baja los precios los lunes para captar más clientes.  Así además el fin de semana se queda libre para otro tipo de actividades y la incorporación al trabajo se hace más llevadera. Al atractivo de las ofertas se suma la comodidad de evitar las incómodas colas y los empujones propios de los períodos de rebajas.

Las “gangas” de la red
Pero si hay una forma de conseguir artículos a precios más que económicos es pujando por ellos. Las subastas también tienen su hueco en la red, y ya alcanzan a todo tipo de objetos. Guatemala lleva años subastando con éxito cafés de primera calidad, y algunas salas de pujas han dado el salto a la red con piezas de coleccionismo como juguetes, carteles y obras gráficas. Ahora, incluso, se atreven con cuadros de artistas tan prestigiosos como Picasso. 

De subastar por Internet sabe mucho el portal Ebay, que lleva más de 10 años haciendo de intermediario entre compradores y vendedores de todo el mundo. Son más de 100 millones de usuarios los que teclean esta dirección para acceder a un enorme escaparate por donde se pasean 25 millones de artículos cada día.

Desde juguetes hasta coches, pasando por antigüedades, cámaras de foto y complementos de moda.  En Ebay tiene cabida cualquier tipo de artículo. Para que su compra sea segura, fíjese en los votos que miden la reputación del vendedor y lea con atención las características del artículo así como la forma de adquirirlo (medios de pago, envío a domicilio…). En este tipo de compras hay que ser muy precavido, tenga en cuenta que los fraudes en subastas por la red son una de las quejas más habituales de los usuarios de Internet. 

La red está empezando a ser la opción más socorrida para comprar productos de marca que en las tiendas originales alcanzan cifras astronómicas. No sólo en Ebay, también en páginas como Net a porter que son un lugar habitual de peregrinación para las adictas a la moda.  Hasta los diseñadores internacionales han sucumbido al poder de la red. EFE/Reportajes

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