Compromiso

Compromiso

Es alentador que después de muchos sobresaltos se esté despejando el camino para la puesta en vigencia del Seguro Familiar de Salud (SFS) a partir del día primero de septiembre.

El hecho de que sectores empresariales hayan expresado su respaldo a la iniciativa del Presidente Leonel Fernández, de iniciar el SFS en la fecha señalada, adelanta pasos importantes en el sentido de proveer a los trabajadores y sus familias de un servicio de asistencia médica de calidad.

En cuanto a los honorarios médicos y las tarifas de clínicas privadas, que parece ser el escollo más importante en estos momentos, el Presidente ha dicho que se está cerca de llegar a acuerdos en ese sentido.

El compromiso de poner en marcha el SFS no es solamente formal, de palabra empeñada por el Presidente de la República. Se trata ya de una obligación moral que tiene su asidero en el hecho de que las postergaciones en el reconocimiento de esta reivindicación social han sido, mayormente, traídas por los cabellos.

Ya no es posible permitir más que los intereses de grupo continúen obstaculizando con éxito la intención de saldar esta parte de la gran deuda social acumulada que se tiene con los dominicanos, sobre todo con los más pobres.

El sector del empresariado que ha manifestado su apoyo a que el SFS entre en vigencia el primero de septiembre ha tomado una decisión correcta y oportuna, que debería ser imitada por los demás integrantes de este sector.

II

Ahora bien, aunque se sabe que el SFS se iniciará con tropiezos y limitaciones, es bueno que se haga el esfuerzo no solamente de ponerlo en servicio, sino de que se haga en las mejores condiciones posibles.

En algunos hospitales importantes se han tardado demasiado los trabajos de ampliación y remodelación, y en otros ni siquiera se han emprendido.

Hay que trabajar en el sentido de dotar a estos centros de la capacidad necesaria para brindar un servicio adecuado, que se corresponda con la modernidad del nuevo esquema de asistencia.

Desde luego, se impone que las relaciones con los médicos y las clínicas en materia de honorarios y tarifas queden bien definidas desde el principio del SFS, para evitar sobresaltos a media marcha.

 Los médicos y las clínicas ya han visto la actitud de los empresarios y otros sectores. Estos profesionales, aunque componen una parte importantísima en el SFS, no deberían ser ellos los que obstaculicen su vigencia.

La seguridad social es una reivindicación beneficiosa para todos en general y su aprovechamiento ha sufrido postergaciones lamentables.

Esta vez parece que estamos en la ruta expedita para entrar a un nuevo esquema sanitario más vinculante y menos excluyente que el viejo esquema.

Es preciso que se le ponga en marcha en la fecha pautada y que se vayan corrigiendo sobre la marcha, atendiendo a las lecciones de la práctica, con buena voluntad. No es solo un compromiso de palabra, sino una cuestión moral.

Los empresarios han dado una buena señal con su respaldo al plan de iniciar el SFS el primero de septiembre. Ya antes adoptaron una conducta similar los legisladores, al modificar la Ley de Seguridad Social.

Parece que vamos cobrando conciencia de nuestro deber para con la sociedad, para esa sociedad tan desatendida y con la cual tenemos cuantiosas deudas acumuladas por concepto de falta de inversión en bienestar, en crecimiento humano.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas