COMUNICACIÓN DE MARKETING
¿La cultura combate la delincuencia?

COMUNICACIÓN DE MARKETING <BR>¿La cultura combate la delincuencia?

POR JUAN FREDDY ARMANDO
¿Cómo venderles a empresarios, funcionarios del gobierno y a la sociedad en general, la idea de que la cultura es una importante herramienta del desarrollo?
En el artículo anterior demostramos que la cultura no sólo es capaz de devolver con creces lo que se invierte en ella, sino que puede producir ganancias al Estado y al sector privado en dinero efectivo inmediato y abundante.

Pero los aportes a la sociedad que hace también contienen otros aspectos de alta importancia. Uno de ellos es que a través de las actividades culturales puede hacerse un efectivo aprovechamiento de las energías juveniles, controlando de esa forma su conducta y dirigiéndola hacia valores morales. Con ellos  tendremos una sociedad más productiva y también de gente mejor organizada, con criterios de uso sustentable de los recursos naturales y de todo tipo con que contamos.

Ahora, que vivimos una gran ola de delincuencia, es buen momento para preguntarnos ¿qué papel o rol podrían jugar los clubes culturales y deportivos que antaño había en los barrios de la capital y en las provincias y municipios  del país en la solución de esa epidemia?

Es evidente que no todos los jóvenes que hoy se dedican a la delincuencia pasarían a formar parte de los clubes, pero es claro que las actividades de estas organizaciones atraerían el interés de un número importante de ellos. Además, dichas organizaciones servirían a mantener sana a nuestra juventud, con el desarrollo de cursos, talleres, charlas, seminarios, investigaciones  que elevan su formación y la de sus comunidades. Eso en conjunto con la ayuda que brindarían a las autoridades en el combate a la delincuencia, con obras de teatro, poesías coreadas, grupos musicales, películas, lecturas, que difundirían orientaciones reductoras del interés por los actos delictivos. A esto se suma la labor de estos clubes contribuyendo a la búsqueda de soluciones a los problemas cotidianos de los sectores sociales donde actúen.

Estas organizaciones juveniles ocupan el pensamiento de ellos en temas de superación, autoayuda y en la lucha por alcanzar grandes utopías, en vez de formar asociaciones de malhechores. Así alejarían a los jóvenes del consumo de drogas, del vicio del juego, las violaciones, los embarazos prematuros, el sida y otras enfermedades venéreas.

Si contamos con una Secretaría de Cultura dotada de fondos suficientes se podrá cubrir la nación con activistas que se dediquen, no tanto a hacer grandes eventos culturales, sino sobre todo a motivar, orientar y estimular a la gente a formar sus propias organizaciones culturales. También esos activistas deben trabajar para que todas las entidades de esos barrios y comunidades tengan un departamento cultural, con un encargado y un equipo, como era hasta hace unas décadas. Me refiero a las juntas de vecinos, entidades empresariales y profesionales.

Todas estas organizaciones se combinarían con las Casas Culturales que ha ido creando la Secretaría de Cultura, las cuales deben contener escuelas de música, teatro, literatura, pintura y otras áreas, y servirían de orientación a los grupos culturales que formen, los cuales elaborarían proyectos de actividades que enriquezcan y motiven a los jóvenes a desarrollarse espiritual y materialmente. Proyectos que recibirían el financiamiento de la Secretaría, del sector privado, de las organizaciones profesionales y de propio esfuerzo de los clubes culturales que los elaboren.

Dichas fuerzas sociales estimuladas por una Secretaría de Cultura bien dotada de fondos y planes, producirían grandes beneficios al país, al disminuir significativamente la delincuencia y estimular altos valores morales en la juventud y toda la sociedad.

Ahora pregunto a los planificadores económicos: ¿Saben ustedes cuánto nos ahorráramos al desarrollar una juventud interesada en la cultura y el trabajo en vez del robo y el crimen? ¿Cuánto nos economizamos con gente creadora dedicada a estudiar, crecer humanamente y aportando su talento al país? ¿Quién sino una Secretaría de Cultura con recursos suficientes puede conseguir estos beneficios?

—-
pub_creaccion@yahoo.es
Creativo y Asesor de Marketing

Publicaciones Relacionadas

Más leídas