COMUNICACIÓN DE MARKETING
¿La cultura produce?

COMUNICACIÓN DE MARKETING <BR>¿La cultura produce?

JUAN FREDDY ARMANDO
¿Qué beneficios brinda la cultura a la economía del país? Mucho, pues el Producto Interno Bruto -PIB- no es tan bruto como parece. Tiene un alto % culto. Por ejemplo, las industrias culturales aportan a la economía del país una inmensa cantidad de dinero. Ustedes se preguntarán qué son las industrias culturales. Todas las empresas cuyos productos son bienes originados en la creación, el talento, la actividad artística de hombres y mujeres que se dedican a concebir artículos que son unas veces en serie y otras de carácter único, y que tienen salida o venta en el mercado nacional e internacional.

Ahí tenemos a los músicos y cantantes, quienes surgen del trabajo cultural. Todos esos merengueros que tenemos son consecuencia de que se dedican a la ejecución de un producto cultural llamado merengue. Y si no se hubiese hecho un trabajo previo para crear, mantener y difundir el merengue, ellos no pudieran industralizarlo. Pero si el merengue fuera mejor promovido, a través de elevar sus letras, aumentar la calidad musical, de orquestación, arreglos, aplicación de recursos tecnológicos, podríamos sacarle más dinero. Eso hubiese evitado que el merengue de Puerto Rico ocupara algunos mercados que otrora pertenecieron a nuestros autores y grupos. Una Secretaría de Cultura con recursos suficientes como para instalar suficientes escuelas de música, además de desarrollar un programa de promoción y enriquecimiento del merengue, a través de investigaciones, concursos, festivales, discusiones, simposios, estudios especializados y estímulo a nuestros mejores compositores para que hagan merengues, podríamos aumentar las arcas del Estado con más dinero salido de esta música nuestra. Si alcanzamos a llevarlo por países lejanos, como Corea, Japón, China, India y otras naciones, lograríamos no sólo sacarle más ingresos sino que también lo enriqueceríamos, al mezclarse con otros ritmos.

La mejor muestra de que un trabajo hecho con calidad para el merengue dará no sólo un alto reconocimiento internacional sino más cantidad de público, es el caso de Juan Luis Guerra. Hizo una revolución en nuestra música, elevó su calidad, la transformó en algo más que una danza o música bailable, sino que lo hizo audible, de modo que un ciudadano de cualquier país puede sentarse a escucharla al igual que el jazz, la salsa, el bossa nova o el son. Eso ha sido un éxito nacional e internacional. Pero, ¿de dónde salió esa revolución? ¿Del aire? Del talento de Juan Luis alimentado por las investigaciones de Convite en los años 70, encabezado por Dagoberto Tejeda, Soraya Aracena, José Duluc, Ana Marina Guzmán Luis Díaz, José Rodríguez, Xiomara Fortuna y otros que trabajaron antes y después, como Papa Molina, Ramón Orlando Valoy. Ese trabajo se hizo con mucha dificultad y limitaciones. Pero si hubiese existido una Secretaría de Cultura que dedicara fondos suficientes, la investigación hubiese llegado más lejos, rescatando valores casi perdidos en los pueblos y campos de nuestro pueblo.

Y todavía queda un enorme campo qué explorar. La revalorización e integración del trabajo de Luis Alberti, Ñico Lora, Tatico Henríquez, Guandulito, Rafael Solano, Manuel Sánchez Acosta, Julio Alberto Hernández, Tavito Vázquez, Félix del Rosario, constituye una materia pendiente en el desarrollo del merengue. Es parte del trabajo que debe realizar una Secretaría de Cultura, que cuente con los fondos necesarios, que bien pueden sacarse del dineral que suministran al gobierno los impuestos que pagan todas las producciones musicales y espectáculos artísticos. De seguro que si este criterio lo tuvieran claro quienes planifican el presupuesto nacional, a dicha Secretaría le sobrara dinero. Como ocurre con la Superintendencia de Seguros, cuyo sustento viene de las entradas impositivas generadas por las compañías de seguros, corredores y negocios afines. Por eso tiene tantos recursos que pudo hacer un Club Social para sus empleados que nada tiene que envidiarle al del Banco Central o de Reservas.

¿Por qué, produciendo tanto dinero y pudiendo multiplicarlo, la Secretaría de Cultura no logra ser de las primeras entidades del Estado en recibir ingresos? Porque no se acaba de entender que un valioso porcentaje del PIB viene de actividades comerciales de origen cultural.

Y sólo vimos el caso del merengue, apenas un renglón de la gigantesca industria cultural que es la música. Pero hay otras: alfarería, pintura, literatura, ciencia, cerámica, escultura, tiendas de souvenires. Tenemos el reto de hacerles comprender que con más fondos para la cultura, el PIB tendrá más pesos.

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Creativo y Asesor de Marketing

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