COMUNICACIÓN DE MARKETING
¿Mercadeo relacional en la cultura?

COMUNICACIÓN DE MARKETING <BR>¿Mercadeo relacional en la cultura?

POR JUAN FREDDY ARMANDO
Cada producto tiene su forma de ser vendido, de acuerdo con su naturaleza, atributos y beneficios que ofrece al consumidor elegido para el como objetivo o audiencia meta. Hay reglas que son comunes a vender a un candidato como a un detergente o el no consumo de drogas. Así, la cultura como producto intangible (que produce grandes beneficios tangibles, constantes y sonantes) tiene su forma específica de ser mercadeada.

En el caso dominicano, ¿cuál es la mejor forma de convencer a los distintos estamentos sociales de la importancia que ésta tiene para el desarrollo? ¿Cómo hacer entender al pueblo dominicano que la actitud de cada uno de nosotros hacia la cultura y productos culturales nativos influye a favor o en contra de nuestra autoestima como República, la cual a su vez pesa sobre negocios internacionales que hagamos?

Tenemos que comenzar ese trabajo cambiando la mentalidad de sectores de cierto nivel educativo y de los que se espera una idea positiva hacia la cultura, y quienes sorprenden nuestra paciencia con su gran ignorancia sobre el asunto. Veamos un par de ejemplos:

En una conversación conmigo, -usando ese humor que delata lo que la gente verdaderamente piensa- un reconocido periodista y escritor ligado al trabajo cultural, señalaba: «Me dijeron que el 30 de diciembre pasado estabas dando una conferencia sobre el arte de la poesía en Miches. No pierdas tu tiempo en eso. Prestígiate dándola en una universidad de aquí o del extranjero, y no en esos pueblitos».

Luego, en el curso del dialogo hablamos de Wascar Brazobán, el compatriota autor de la canción «Me cambiaste la vida», éxito del grupo «Negros». El periodista me dijo: «El único error que cometió ese muchacho fue decir que nació en Villa Mella».

A esa anécdota quiero agregar otra: Una escritora y socióloga dominicana residente en Francia, me contaba en forma burlesca y sarcástica lo que ella considera un disparate de un diplomático nuestro. El supuesto disparate, según nuestra »culta» »socióloga» consistió en que al bajar del avión en París, lo primero que el dijo fue: – «Quiero que me lleven a un sitio de aquí donde pueda comer un sabroso mangú o un sancocho, con una bachata de fondo musical».

Estos conceptos muestran claramente el papel que hace o deja de hacer una política cultural en la formación o deformación los nacionales de un país. Pues, ambos profesionales, en vez de sentir orgullo por las cosas quisqueyanas, por nuestros pueblos, platos típicos, ritmos, etc., lo que manifiestan es desprecio y desamor hacia esas partes esenciales de nuestra alma de país.

Esto indica que para vender la cultura debemos empezar con un trabajo que en marketing llamamos mercadeo relacional interno, debido a que quienes más convencidos deberíamos estar sobre su alta función en la sociedad, no lo estamos. Ni siquiera tenemos conciencia de que la bachata es nuestro más reciente aporte al acervo musical del mundo, y el sancocho y el mangú son productos culturales que, al igual que el mabí, deberíamos mostrar al mundo con el mismo orgullo que exhiben los rusos su vodka y caviar, los mexicanos su tequila, o los chinos su shop swi y danzas típicas, (como las que recientemente presentaron en el país, por gestión de la Secretaría de Cultura).

Eso indica que debemos hacer un trabajo combinado entre las secretarías de Cultura y de Educación, para enseñar a niños y jóvenes, desde su mas tierna infancia, nuestros platos, danzas, música, literatura criollas como obras que hemos aportado al mundo. Los profesores deben hacerles hagan ver que poseemos tantas creaciones de valor que una de ellas -los Congos de la Cofradía de Villa Mella- ha sido consagrada universalmente por la Organización de las Naciones Unidas (por vía de la UNESCO) como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Por ello, la Secretaria de Cultura ha empezado ese trabajo a lo interno, creando entre nosotros mismos -los supuestos cultos- la conciencia del valor económico, social y ético de la cultura. Un ejemplo es el reciente seminario-taller sobre Economía y Cultura dictado por un experto internacional, dando seguimiento al Convenio Andrés Bello.

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Creativo y Asesor de Marketing

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