Los precios del pan en República Dominicana tienden a distorsionarse provocando aumentos que genera un mayor gasto para el consumidor.
Adicionalmente, los consumidores son perjudicados al existir una menor cantidad de bienes para elegir, una reducción de la calidad y del tamaño. Esto ocurre porque se presume que existe un intercambio de información entre los productores que reducen la rivalidad entre los que son competidores de este mercado.
Así lo afirma un informe técnico titulado “Estudio económico sobre las condiciones de competencia del mercado del pan en la República Dominicana” realizado por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (ProCompetencia) para analizar el grado de competencia del mismo.

“Esto genera un impacto negativo en el bienestar del consumidor, ya que este comportamiento tiende a distorsionar los precios del pan, las cantidades de producción, la correcta asignación de factores de producción, el tamaño, la calidad e innovación del producto”, explica el informe.

Destaca que los efectos pueden surgir de acuerdos anticompetitivos entre agentes económicos. El daño principal es que los consumidores se ven obligados a comprar a un precio más alto y/o una menor cantidad del producto, o se ven forzados a dejar de adquirir esos bienes. Estas acciones afectan sustancialmente a la población de menor extracto social.

De igual forma, se pudo constatar que los grandes oferentes de panes poseen un sistema de distribución que les permite comercializar sus productos a distintos puntos de ventas y/o zonas a nivel nacional.
Asimismo, existe la percepción de que el precio de estos productos constituye una especie de precio regulado a nivel nacional por los mismos agentes oferentes de este producto, los cuales a nivel nacional están asociados en la Unión de Medianos y Pequeños Industriales de la Harina (Umpih). Por lo que determinadas conductas, acciones o decisiones de los oferentes son susceptibles de tener un efecto a nivel nacional.
El estudio constató que el mercado de producción y comercialización de pan de agua y pan sobado (los más consumidos) no posee altas ni significativas barreras de entradas. Sin embargo, el estudio evidenció que un porcentaje significativo de panaderías utiliza agua directamente del sistema pluvial para la producción de sus panes.