Las comunicadoras Lissette Selman y Mariasela Álvarez cuestionaron que en el país se tengan medios de comunicación para tener poder para “chantajear” y no para servirle a la población; criticaron la mala calidad de los contenidos, la falta de leyes que regulen lo que se produce y el supuesto monopolio que tienen dos o tres empresarios propietarios de canales de televisión.
Lanzaron duras críticas sobre dueños de medios de comunicación televisivos, y entienden que la televisión está huérfana de leyes.
Selman y Álvarez debatieron el tema “Criterio TV”, en una charla para los estudiantes de maestría en “gerencia de la comunicación corporativa” de la Universidad APEC, junto a la también comunicadora Miralba Ruiz; el director de Newlink Group, Eduardo Barcácel, y el periodista Edwin González.
Estudiantes y productores de televisión participaron en el encuentro, celebrado en el auditorio doctor Leonel Rodríguez Rib, de APEC. Fue conducido por la periodista Diana Lora.
Álvarez. La presentadora de “Esta Noche Mariasela” y “Miss Mundo 1982”, afirmó que no hay regulación en la televisión y que hacer televisión de calidad, parece que es un compromiso personal en el país. Censuró la cantidad de narco-novelas que se difunden en el país, en las que se explota la figura femenina, se alimenta el morbo y se burlan de la ignorancia del pueblo. Dijo que los canales, lo que básicamente producen son noticiarios y para producir buena televisión se debe tener mucho dinero, pese a que se tenga buenas ideas. Álvarez expresó que el monopolio en los medios de comunicación es muy peligroso y en el país hay dos o tres empresarios importantes, a los que ni el Gobierno les dice lo que deben apoyar.
Selman. La locutora de noticias y arquitecta de profesión consideró “que tener un medio de comunicación es un poder para chantajear, para defender intereses, para muchas cosas, menos para servirle al pueblo”.
Deploró que lo “chabacano” venda en televisión, porque se cree que es lo que más consume el pueblo, al que cree que se le subestima. Entiende que faltan valores y más regulación del contenido de la televisión.
Expresó que salvo honrosas excepciones, “no hay nada que ver en la televisión, incluyendo la parte informativa”. Opinó que el pueblo es nutrido; cree que todo el mundo roba, que nadie sirve, que las noticias siempre son malas, “porque también hay que hacer de eso un espectáculo”.