POR GERMAN MARTE
HIGÜEY.- La comunidad higüeyana, aún conmovida por la tragedia que costó la vida a 134 reclusos de la cárcel pública de aquí, reclamó ayer castigo para los responsables del suceso, que en su opinión pudo ser evitada.

Personas consultadas por este diario manifestaron que la mayoría de las muertes de los reclusos pudo evitarse si los policías hubieran querido.

«Yo no entiendo cómo es que los policías no pudieron abrir la puerta y permitieron que se calcinaran todos», expresó la comerciante Rosa Castillo.

Destacó que ninguno de los agentes salió ni siquiera con un rasguño, «lo que quiere decir que no hicieron el intento» de salvar a los reclusos.

Mientras que Glenys Mejía consideró que se trató de un descuido garrafal de los agentes que cuidan la cárcel.

«Ellos pudieron hacer algo. Para mí fue algo premeditado, cerraron el candado y no había nadie que pudiera abrirlo», añadió Mejía.

Asimismo, el mecánico Orlando Rijo Jiménez dijo que la Policía debe explicar lo ocurrido porque eran agentes de la institución los que estaban al lado de los presos que se quemaron.

Mientras que el electricista Nelson Antonio Carvajal manifestó que la Justicia debe actuar contra los responsables de la tragedia. Y adujo que se trató de un descuido «porque no es verdad que en tanto tiempo podía suceder lo que pasó. Ahí no había seguridad».

Marcial de la Rosa, un joven motoconchista dijo que en Higüey todo el mundo se pregunta cómo pudieron los presos conseguir armas de fuego, si estaban recluidos en una celda?

«¿Cómo se mataban unos a otros? ¿Cómo es que los policías no pudieron romper el candado a tiempo?», se preguntó.

Significó que cuando la Policía quiere apresar a una persona rompe hasta paredes, y sin embargo, en este caso, para salvarle la vida decenas de presos alegan que no pudieron romper un candado que vale menos de cien pesos.

«Eso se pudo evitar», insistió De la Rosa. Manifestó que en el pueblo se comenta que los bomberos no tenían agua y por eso acudieron unidades de otros pueblos para combatir el incendio.

Antonio Montás responsabiliza a la Policía de lo ocurrido en la cárcel. Dijo que en el recinto hay demasiados agentes y pudieron -por lo menos- abrirle la puerta a los presos para que no se quemaran.

Expresó que los higüeyanos se siente enfermos, adoloridos por la tragedia.

Lucía Gaudito, ama de casa, afirmó que se trató de un descuido de los agentes que cuidaban la cárcel.

«Ellos tenían tiempo de sacar a esa gente de ahí. Está bien que se quemara dos o tres presos, pero todos esas personas no tenían tiempo de quemarse», a menos que transcurriera mucho tiempo.

Entretanto, Yenny Matías aún se pregunta cómo es posible que un preso pueda tener una pistola dentro de la cárcel sin que los encargados del recinto se enteren.

Destacó que la cárcel tiene una capacidad para poco más de cien personas y sin embargo había más de cuatrocientos.

Además se preguntó cómo es posible que se haya quemado tanta gente si los bomberos estaban tan cerca de donde ocurrió el fuego.