Comunidad del Caribe herida en Haití y Nicaragua

Comunidad del Caribe herida en Haití y Nicaragua

Aunque recurriendo a agresiones de diferentes características, desgobiernos y bandoleros de la región de que forma parte República Dominicana azotan a sus pueblos y la solidaridad internacional no debe hacerse esperar.

Los haitianos sumidos en caos por vacíos de autoridad que dan pie a bandas criminales y provocan éxodos crecientes por proliferación de secuestradores y otros delincuentes que lesionan hasta a extranjeros que llevan ayuda y a transportistas dominicanos.

Nicaragua se ha quedado sin democracia con el regreso de conculcaciones a los derechos humanos y persecución a opositores que antes se vivieron bajo las tiránicas botas de la familia Somoza y ahora las de los esposos Ortega-Murillo, que recurre a falsedades para encerrar adversarios.

Calvarios en uno y otro lugar que obligan a reaccionar desde fuera con enérgica diplomacia de desautorización y activas campañas de difusiones en rechazo a las persecuciones en Nicaragua.

Para Haití proceden acciones internacionales directas para poner fin a la anarquía que tan rotundamente expresa lo fallido del Estado y multiplica el crimen contra otros haitianos y pacíficos ciudadanos de más nacionalidades.

Está generada con toda crudeza una violencia extrema que dispara hacia el resto del continente migraciones forzosas que recargan con graves problemas sociales a otras comunidades hemisféricas. No cabe más inercia como han hecho saber República Dominicana, Panamá, Costa Rica y el propio Estados Unidos.

Lo inhóspito, desgraciadamente, comienza al otro lado de la frontera

Cercenan libertad que costó mucha sangre de los nicaragüenses

El multilateralismo tiene que actuar contra ignominias en el Caribe