POR NARCISO PEREZ
VILLA VASQUEZ.- Con llantos y lamentos fue sepultado ayer uno de los dos arroceros que resultaron muertos durante una disputa a tiros por el control del agua de un canal de riego en esta comunidad.

En tanto, otro de los participantes en el incidente, se recupera satisfactoriamente en un centro asistencial privado de Santiago, contrario a lo que se informó, de que había muerto mientras lo llevaban al hospital.

Barube Emilio Bautista Almonte, de 45 años, fue el afortunado, ya que le salvaron la vida al ser intervenido quirúrgicamente por las dos heridas de bala recibidas.

Los restos de Braulio Baldayac Pimentel, de 27 años, fueron sepultados ayer tarde en el cementerio del municipio de Castañuelas, a varios kilómetros de su vivienda, en la sección Villa García.

En tanto, los familiares del productor arrocero Fausto Cruz Castro, de 40 años, decidieron sepultarlo en el transcurso de la mañana de hoy en el cementerio local.

Sobre el incidente donde murieron Cruz Castro y Baldayac Pimentel, existen varias versiones, pero la más socorrida es que previo a la balacera, hubo una acalorada discusión por el manejo del agua para irrigar las fincas.

Asimismo, se estableció que en el incidente habría participado una cuarta persona, quien huyó, incluso, con dos de las armas utilizadas en la balacera, por lo que hay dos detenidos en la Policía, a quienes les incautaron una pistola y una escopeta.

JUSTICIA

Ana Francisca Rodríguez, madre de Baldayac Pimentel, pidió que en el caso se haga justicia, ya que su hijo se encontró en el problema y trató de mediar para que no hubiera víctimas.

Del mismo modo, los parientes del hacendado Cruz Castro dijeron que solo esperan una profunda investigación del caso y que quienes deban pagar en los tribunales, pues que sean acusados y condenados.

Baldayac Pimentel dejó una niña de seis años en la orfandad que había procreado con una relación informal, así como a la joven Yanet Toribio con un embarazo de apenas tres meses.

AMBIENTE

Decenas de personas asistieron a los velatorios, donde incesantemente no dejaban de comentar la tragedia, muchos de los cuales opinaron que pudo evitarse.

Ramón Antonio Rodríguez, viejo agricultor de la zona, dijo que siempre se originan pleitos y discusiones entre los dueños de fincas por el uso del agua, pero que nunca habían llegado al extremo de matarse.

«Fíjese usted cómo son las cosas y cuando van a ocurrir las tragedias. Ayer (antier) a las 5:00 de la tarde había una reunión entre los agricultores y la junta de regantes para hablar sobre el buen uso que se le debe dar a los canales y mire lo que sucedió», dijo Rodríguez.