LOMA DE CABRERA, DAJABON. Los familiares de los siete dominicanos fallecidos en un accidente de tránsito en una autopista en  El Bronx, Nueva York, dijeron ayer que se sienten “destrozados” por la pérdida de sus parientes, cuyos vecinos y relacionados calificaron como personas maravillosas y de servicio a su comunidad, La Jagua, de donde eran originarios.

Ismael y Ramón Núñez explicaron que es el sábado cuando se tiene previsto recibir los cuerpos  de sus padres, Jacobo Núñez, de 88 años, y Ana Julia Martínez, de 83, mientras que los cadáveres de sus hermanas María y Nely; sus sobrinas Yazlyn González, Naily Rosario y Mailyn Rosario, serán sepultados el viernes en Estados Unidos. Habrá un funeral en la iglesia Saint Raymond, del Bronx.

“Hasta ahora tenemos la información de que es el sábado que van a traer los cuerpos de nuestros dos viejos. Desde el domingo no tenemos paz, nos sentimos destrozados. Siempre es penoso perder a un familiar, pero cuando se trata de siete personas amadas y de un solo golpe, incluyendo a nuestros propios padres, no tengo palabras para describir esta tragedia”, expresó Ramón Núñez, mientras era consolado por vecinos.

Ismael Núñez dijo que todavía no le han informado sobre las reales causas del accidente de tránsito.

Los investigadores de la Policía de tráfico de Nueva York indicaron que habían encontrado rastros de aceite, que podrían proceder del vehículo accidentado, en el pavimento. También se cree que las vallas de contención al borde de la autopista por donde se desplazaban en el vehículo las siete personas, no ofrecían seguridad suficiente.

Tristeza.  El señor Jacobo Núñez, de 84 años, y padre de 18 hijos, residía junto a su esposa Ana Julia Martínez, de 83 años, en  La Jagua, perteneciente a este municipio. partieron el 26  de abril para visitar a cinco de sus hijos que residen en sitios distinto de Estados Unidos. Era la tercera ocasión en la que viajaban a visitar  a sus hijos. 

Otro motivo de la visita del matrimonio a Nueva York era la primera comunión de Yazlyn el sábado.

Los vecinos calificaron a Jacobo y Ana Julia como una pareja ejemplar  que siempre se preocupaba por dar servicios a todos los residentes en la comunidad. Se dedicaban a la agricultura.

Briseida Espinal dijo que sus vecinos “eran personas maravillosas”, de quienes no se tiene nada malo que decir, por lo que su muerte ha causado un gran pesar en todos los moradores de la zona e incluso en el país.

“Ellos eran personas muy serías, cuando usted llegaba a su casa era como si llegara a la casa de Dios. La comunidad está de luto. Tenemos un gran dolor”.

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En El Bronx

En Nueva York,  la familia hace los preprativos para el velatorio. Juan González, esposo de María Núñez y padre de Yazlyn, ambas fallecidas, expresó que no esperaba un momento así, pero que debe seguir adelante, porque tiene que trabajar por sus hijos, a uno debe pagarle la universidad. Hace 20 años que vive en Estados Unidos donde  trabaja como taxista.