Los hechos de violencia que afectan a la sociedad son la expresión de la inconformidad que existe por la falta de oportunidades. La afirmación es la principal conclusión de la Mesa de Diálogo que celebró la Comunidad Cristiana Nacional.

Los evangélicos hicieron un llamado al Gobierno y a las instituciones a promover una cultura de diálogo, equidad y convivencia, para enfrentar los  niveles de violencia.

Consideraron que la violencia es generada además por la frustración y el estado de tensión sicológica, “por los obstáculos para que el hombre y la mujer logren niveles de vida adecuados”.

La Mesa de Diálogo concluyó que la violencia en el país será difícil de erradicar, hasta que los políticos dejen de emplear tiempo y recursos para engrosar sus propias parcelas, olvidando a más de un 50% de la población que vive por debajo de la pobreza.

Las entidades que representan a las comunidades evangélicas entienden que el estado de violencia se traduce en un grave problema de inseguridad ciudadana y que las instituciones llamadas a garantizar el orden social y la paz pública carecen de la capacidad y la moral necesaria para proteger a los ciudadanos.

El Consejo Dominicano de la Unidad Evangélica (Codue), la Universidad Nacional Evangélica (Unev), la Confraternidad de Pastores (Conacope) y la Confraternidad Evangélica Dominicana (Conedo), son algunas de las entidades que componen la Mesa.

Además participa la Red Pastoral,  Consejo Nacional de Iglesias (CNI),  Concilio de Iglesias de Dios, Concilio de Iglesias de Dios Pentecostal, Concilio de Iglesias Metodistas Libres, Concilio de Iglesias Misioneras, Concilio del Nazareno y el Servicio Social de Iglesias Dominicanas (SSID) y otras.