No valió que el presidente Abinader alzara su voz en la Asamblea General de las Naciones Unidas alertando sobre la crisis haitiana y la responsabilidad de la “Comunidad Internacional”, comprendiendo el término a los EU, Francia, Canadá y la UE, tampoco han dado resultados las reuniones con presidentes, los embajadores de esas y otras naciones, sin embargo el silencio fue la respuesta hasta que el subsecretario,Todd Robinson, en visita a esa nación advirtió que la comunidad internacional no irá “al rescate” de Haití

Haití no es una nación, es un conglomerado de personas. Cuando los EU logró su independencia de Inglaterra o las naciones latinoamericanas de España y nosotros en 1844 de Haití, existía el sentimiento de arraigo territorial, identidad colectiva, lingüística y cultural, por eso logramos convertirnos en Estado-Nación. En el caso de Haití no fue una lucha por la independencia, fue una lucha de esclavos africanos, de diferentes etnias, culturas y lenguajes por liberarse y por ello quemaron el aparato productivo, los ingenios que hacían de Haití la colonia Francesa más prospera, y luego al través de los años depredaron la foresta y los recursos naturales.

Haití es un estado fallido que tocó fondo, carece de instituciones, tiene un “gobierno” que carece del dominio de su territorio, una de las características de un estado fallido, siendo sustituido por bandas armadas que son los jefes de diferentes áreas.

La denominada Comunidad Internacional intervino militarmente con tropas de las Naciones Unidas (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití-MINUSTAH-) el primero de junio de 2004 y fracasaron en el intento de estabilizar y consolidar un proceso político, retirándose el 15 de octubre de 2017 y de ahí en adelante es historia reciente.
La Comunidad Internacional no le interesa intervenir e invertir para el progreso de Haití porque ese territorio carece de recursos naturales, y como la República Dominicana durante muchos años ha permitido una migración masiva han llegado a la conclusión de que la solución a la crisis se encuentra en el estado vecino más próspero.
Por eso han sido correctas las medidas anunciadas por el presidente Luis Abinader, el Consejo Nacional de Migración y la búsqueda de la unidad del país en torno a este tema convocando al liderazgo nacional, sin embargo preocupan declaraciones del Senador Dionis Sánchez, Pedernales(FP), de que los haitianos siguen entrando sin control.

Me asusta la especulación de que el Gobierno este usando el trasfondo de Haití para distraernos de la inflación y la inseguridad; prefiero, por el momento, creer en un Presidente que enviará un mensaje contundente a la Comunidad Internacional iniciando la construcción del muro físico y tecnológico, aplicando en su momento las resoluciones del Consejo Nacional de Migración y deportando a los que no se acogieron a la Ley 169-13.