Miembros de la comunidad Judía de Sosúa, las embajadas de Alemania e Israel, representantes de las iglesias católica y evangélica, el ayuntamiento de Sosúa, autoridades civiles y militares se reunieron en el parque Mirador para conmemorar el Día del recuerdo del Holocausto.
El acto fue conducido por el Omar Messón e inició con un minuto de silencio en honor a las víctimas, seguido de la lectura del Yizkor a cargo de Meyer Toledano, mientras que el “Male Rachamin” fue leído por Avi Neumann.
Como ha sido realizado en otras ocasiones, invitados especiales procedieron al encendido de seis antorchas colocadas en cada punta del monumento La Estrella de David, erigido en el centro del parque Mirador en memoria de la comunidad judía.
La primera antorcha fue encendida por el obispo de la Diócesis de Puerto Plata, Monseñor Julio César Corniel Amaro, seguido por la alcaldesa Ilana Neumann, a quien le siguió Manfred Codik, de la comunidad Judía, El embajador de Alemania, Doctor Volker Pellet; el embajador de Israel Daniel Biran y Joe Benjamín.
Durante el acto hubo emotivos discursos por parte de Ivonne Strauss Milz, Monseñor Corniel Amaro, el doctor Volker Pellet, Daniel Biran y la alcaldesa Ilana Neumann, donde se resaltó la tragedia sufrida por millones de judíos bajo el gobierno nazi, motivando al mundo a recordar por siempre este acto de barbarie en el que fueron asesinados más de seis millones de seres humanos inocentes.
En su discurso, el embajador de Alemania declaró que esa tragedia ha sido una vergüenza para todos los alemanes y destacó las excelentes relaciones que en la actualidad mantienen la República alemana y con la nación de Israel.
La alcaldesa Ilana Neumann expresó que por la dimensión universal del holocausto y porque la mayoría de los testigos han fallecido son suficientes razones por las que se debe educar y mostrar al mundo el total rechazo de la humanidad ante toda manifestación de racismo, violencia, prejuicios, intolerancia, odio y antisemitismo. La alcaldesa, descendiente de Judíos, cerró su discurso con las palabras de Simon Wiesenthal, “Siempre habrá judíos mientras recuerden, no hay pecado más grande que el olvido”.