Comunidad pide autoridades terminen escuela rural La Nasa, de San Francisco

Comunidad pide autoridades terminen escuela rural La Nasa, de San Francisco

La Nasa, San Francisco de Macorís. Llegar hasta el centro educativo La Nasa, de aquí, no sólo es un reto porque supone atravesar más de dos kilómetros de caminos en  mal estado, sino también porque cuando se  está  frente al “plantel” es imposible advertir que en su interior se imparte docencia.

Las instrucciones de los vecinos y la insistencia en señalar hacia una construcción a medio talle, sin puertas, ventanas, ni pisos, cubierta de maleza y con varillas que salen por todos lados, deja atónito al visitante. “Esa es la escuela de aquí”, confirman vociferando una y otra vez.

Sino fuera porque adentro se observan algunos pupitres y un pizarrón con la escritura “3 de junio del 2011, Lengua Española”, no se haría la asociación del lugar abandonado con un centro educativo.

La construcción del recinto se inició en 2009, luego de que por muchos años esta comunidad lo exigiera a las autoridades, y fue paralizada a mediados del año pasado, sin que recibieran ninguna explicación.

Mientras se construía, la escuela seguía funcionando en enramadas.

Sin embargo, al ver desaparecer sus esperanzas de que se concluya, la única profesora del centro, Rosa María Álvarez, con apoyo de los padres y los alumnos, decidió penetrar en la escuela en construcción e impartir allí parte del pasado año escolar.

La decisión fue de urgencia, ya que la escuela más próxima está a unos tres kilómetros de distancia y no tiene suficiente cupo.

Aunque fue imposible establecer comunicación con la maestra, que no reside en la comunidad, los padres dieron testimonio de su entrega a la docencia y de cómo se ha integrado a las gestiones de los vecinos para que las autoridades terminen el recinto escolar.

Un puente de avance.  Fiordaliza Hidalgo, madre de una alumna del centro, explicó que aunque la escuela tiene menos de cien estudiantes inscritos, es de importancia vital para los niños de las zonas rurales cercanas, que cada vez tienen mas interés por estudiar y menos oportunidades.

“De aquí pasan al liceo de Cenoví, que está a unos cuatro kilómetros, y de ahí van a la universidad que esta en la ciudad”, dijo. Expresó que la mayoría de jóvenes de la zona estudia en el Centro Regional de  la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Males afectan comunidad.  El poblado de La Nasa, a unos seis kilómetros del centro de esta ciudad, se compone de trabajadores agrícolas de gran pobreza, y que viven entre graves precariedades.

Antes de que el visitante termine de explicar las razones de su visita, los lugareños lo reciben con atención y le ofrecen asiento y de lo poco que tienen.

 Sus quejas son, además, por el servicio de agua potable, todavía muy precario, y el mal estado de la vía de entrada, que dificulta el traslado de productos y que los deja incomunicados con cada chubasco.

Su más reciente desgracia fue una lluvia de granizo, que afectó la zona hace alrededor de tres meses, y que se cobró casi la totalidad de sus plantaciones de plátanos, así como algunas gallinas que tenían.

Zoom

Olvidados

Los residentes en la comunidad rural de La Nasa, en San Francisco de Macorís, dicen sentirse olvidados por las autoridades, ya que atraviesan varias calamidades y sus pedidos de atención son casi siempre infructuosos. Cuando en 2009 el Gobierno inició la construcción de la escuela rural de aquí, los vecinos no daban crédito a l o que veían y se sintieron valorados y escuchados, sin embargo, meses después, cuando se detuvieron los trabajos, comenzaron a temer nueva vez por el futuro de la educación de sus hijos.

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