Las organizaciones comunitarias y las iglesias en La Nueva Barquita y su entorno seguirán de brazos cruzados y no tomarán ninguna acción para impedir las acciones delictivas, la bulla, colocación de músicas a altísimos decibeles y otras acciones prohibidas en el proyecto, hasta ahora modelo de buena convivencia en la República Dominicana.
Así lo informaron Josefina Madé, presidenta de la Fundación Madé, el pastor Emmanuel Palacio Ramírez, así como la comunitaria Ivelisse Alcántara Jiménez, indignados por la forma como respondió la dirección de la Policía Nacional (PN) a su demanda de que el Teniente Coronel Emmanuel Dechamps López fuera retornado al destacamento de La Nueva Barquita, porque estableció el orden en esa comunidad.
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Niegan que el traslado del oficial hacia Higüey fuera “rutinario” ya que el mismo se produjo ante la amenaza del propietario de un Dream, propiedad de Jairo Bolívar Mejía Fortuna, quien sub-alquiló, de manera ilegal, el local C-12-02, para abrir el negocio, ya que el local que el Patronato le asignó fue el C-05-02.
“Ya enviaron un nuevo comandante aquí, pero ese va a trabajar solo, se lo mandamos a decir, porque quisieron presentarnos como mentirosos, como somos mentirosos tendrán que trabajar solos, aquí no hay comunitarios”, precisó Madé. Rechazan el argumento de la PN de que el hecho de exigir la vuelta de un comandante trabajador buscaba hacer daño a la dirección, por el contrario, es la jefatura la que pretende dañar el orden que existe en la Nueva Barquita.
Ivelisse Alcántara Jiménez lamenta que la dirección de la PN actuara por presión para hacer volar al comandante de la Nueva Barquita, sin antes descender al lugar e investigar con los comunitarios lo que ocurre.
El pastor Palacio Ramírez, del residencial Juan Pablo II, estima que el coronel hacía el trabajo que quiere el presidente Luis Abinader.