Nizao, Peravia. Más de 400 familias que residen en la ribera del río Nizao solicitaron al Gobierno que las trasladen de esa zona, porque temen ser arrasadas por eventuales crecidas del acuífero.
Los habitantes de las comunidades El Maizal, Juan De Sena, Las Barias, Hatillo, Boca de Mana, Arroyo Hondo, Cañada Prieta, Semana Santa, El Copey y La Compuerta están desesperados porque sus viviendas ya están casi en el lecho del río.
Durante una reunión con los miembros de Ingeniería Sin Fronteras, la Fundación Para la Educación en Población y Medio Ambiente (FEPMA) y del Centro Universitario Región Sur Central (CURSCEN UASD), expusieron sus quejas y el deseo de que las autoridades adquieran los terrenos donde viven.
El temor de estas familias no es nuevo, porque ante cada fenómeno natural que impacta en la zona sur, tienen que dejar sus viviendas.
De hecho, en 1979, durante el huracán David, padecieron uno de los peores embates.
Medios de trabajo
En estas comunidades apenas llega el servicio de energía eléctrica, se registran altos índices de pobreza, los caminos vecinales están todos deteriorados y los medios de trabajo son escasos.
En materia de servicios de salud las precariedades abundan porque la policlínica no tiene equipos básicos para ofrecer servicios.
Pero no todo es deplorable porque las escuelas están en buenas condiciones, según explicó Luis Casilla, del CURSCEN-UASD.
En general estos campesinos tienen pequeños predios donde cultivan yuca, arroz, maíz entre otros rubros que apenas les permiten sobrevivir.
Pese a sus precariedades materiales, están organizados en asociaciones de agricultores, de mujeres y juntas de vecinos.
Con la ayuda de las instituciones antes citadas, los lugareños de la zona oriental y occidental de la cuenca baja del río Nizao han conformado una Coordinadora Inter-Sectorial.
La ayuda
Aunque el panorama de estas comunidades es desolador, el CURSCEN-UASD, Ingeniería Sin Fronteras y FEPMA desarrollan algunas alternativas para mejorar sus condiciones. Entre éstas, están el acceso al agua potable, la reparación de caminos vecinales, y las gestiones ante las autoridades.
Las claves
1. El río Nizao
Este río es una importante fuente generadora de energía limpia a través de las presas Valdesia, Jigüey-Aguacate, pero además abastece de agua a los acueductos de San Cristóbal.
2. El riego
Las aguas del río Nizao también se utilizan para regar las tierras de San Cristóbal y Peravia. Los principales cultivos en estas provincias son el aguacate, mangos, naranjas, mandarinas guineos, vegetales y otros rubros de ciclo corto que son el sustento de familias de escasos recursos.