Ante el llamado de alerta de ambientalistas y comunitarios sobre los intentos de explotación por parte de la empresa minera Dominicana de Cales (Docalsa) de un área correspondiente a los límites de la Reserva Antropológica Cuevas del Pomier, sendas comisiones de la Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente y del Servicio Nacional de Protección Ambiental (Senpa) acudieron al lugar y dispusieron la paralización de los trabajos que se realizaban, a fin de realizar una investigación y rendir un informe.

La medida fue adoptada, luego de una reunión en la que participaron el procurador regional de Medio Ambiente, Rigoberto Santana; el coronel Iván Gómez, en representación del Senpa; miembros de la la Fundación Cuevas del Pomier, de la Asociación de Guías del Pomier y de la Fundación Literaria Aníbal Montaño, así como el antropólogo Boinayel Mota y comunitarios.

“Estaremos de pie y vigilantes, a la espera de que el ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, asista personalmente al lugar”, precisaron miembros de la comunidad, que indicaron que no se explican cómo la minera obtuvo “supuestos” permisos de explotación en zonas tan comprometidas con el patrimonio nacional como las Cuevas del Pomier, ubicada en la sección Borbón, provincia San Cristóbal.

Violación. De acuerdo a los manifestantes, la empresa minera pretende incurrir en violación de los límites de la Reserva Antropológica y de la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que establece un mínimo de 300 metros fuera del área de amortiguamiento para preservar la integridad del patrimonio ecológico, cultural y medioambiental como las Cuevas del Pomier.
Durante la visita, los comunitarios mostraron a las autoridades las perforaciones en las proximidades de las Cuevas que hizo la minera, con el objetivo de proceder a su explotación, proceso que fue suspendido.

De igual forma, denunciaron la destrucción de un área verde sobre la zona de amortiguamiento, al perforar una parte muy cercana a la Cueva número 4, una de las más ricas en arte rupestre, reportada por Robert Schomborgk en 1849.

Mostraron el borne que establece los puntos que limitan la reserva, y además, el destrozo de la minera para instalar una trituradora de roca caliza.

Esta cueva, incluida en el primer reporte etnológico de América, hecho por Schomborgk, fue objeto de la misma amenaza en 1976, pero en aquel entonces los jóvenes de la comunidad se introdujeron en su interior y desafiaron a la empresa a que la explotara con ellos dentro, lo cual elevó una alarma nacional en la que intervino el Museo del Hombre Dominicano y se iniciaron los trabajos de rescate y delimitación del área para salvarla de la destrucción minera.

Coalición. De su lado, la Coalición Para la Defensa de las Áreas Protegidas (Codapro) expresó su respaldo al cierre inmediato de las actividades mineras en la zona de amortiguamiento y el entorno de las cuevas.

Asimismo, advierte que las cavernas con arte rupestre del monumento natural se encuentran en grave peligro de desaparecer debido a la “acción irresponsable de las empresas que extraen roca caliza”.

De acuerdo a Codapro las voladuras con dinamita que periódicamente se realizan en los estratos calizos donde se abren las cavernas que contienen un irreemplazable patrimonio de arte rupestre taino, afecta de manera sumamente negativa estas cavidades.
De igual modo, el Foro de Gestores Culturales de San Cristóbal plantea denunciar ante la comunidad internacional “el incumplimiento del país frente a convenciones internacionales de protección al patrimonio cultural”.