En el sector de Los Ciruelitos cuando pasa un atraco o robo a vivienda no lo cometen delincuentes del entorno, aseguran los lugareños, que están al garete con la delincuencia.
Las personas consultadas coincidieron en asegurar que allí acude gente de otros sitios a hacer fechorías, como el asalto a una banca de apuestas el viernes en la noche, en el que murió Julián Arturo Maldonado, de 79 años, cuando intentó evitar que cuatro hombres asaltaran el negocio.
Juan Mena explica que los dueños de comercios, han comenzado a colocar cámaras de seguridad y otros han contratado los servicios de vigilantes.
«Aunque nada sea efectivo hoy día, hay que buscar la manera de cuidarse uno, porque aquí la vida no vale nada. Nos matan por cheles y el país está en una situación insostenible y nadie tiene respuestas», manifestó el apesadumbrado hombre.
Dolor. Con un grito desesperado de impotencia, familiares y vecinos de Julián Arturo Maldonado, asesinado en un atraco a la banca deportiva Naco Sport, localizada en la Avenida Hatuey con Estrella Sahdalá, condenaron la ola delincuencial que existe en el país y solicitaron a la Policía Nacional y al Gobierno una respuesta rápida sobre los criminales, para que paguen por su crimen.
Carmen Maldonado, hija de la víctima, dijo que su padre era un ciudadano ejemplar, que fue buen hijo, y era buen padre, amigo, vecino, para morir en manos de desaprensivos.
Vecinos como Roberto Pérez señalaron que era un hombre de bien, muy entregado a la familia y un hombre que con esa edad trabajaba.
Sostuvo que da vergüenza e impotencia que la ola delincuencial se lleve hombres y mujeres, que lo que andan en la calle es buscando el pan de cada día.
“Nosotros estamos consternados con tanta violencia. Somos gente de trabajo y ni siquiera tenemos derecho de caminar, salir por las calles porque nos asesinan. Esto debe cambiar”, dijo un vecino que no quiso ser identificado.
Observó que los individuos, muy jóvenes andaban en dos motores y que eran cuatro.
“Dos entraron a la banca y los otros dos se quedaron en los motores esperando, que salieran. Nos dimos cuenta, cuando escuchamos los tiros y nos dimos cuenta de que había un señor tirado en el suelo. Todos los que trabajamos en esta calle, salimos y queríamos caerles atrás, y ellos nos voceaban, “vengan, vengan”, y no tuvimos otra cosa que entrarnos a las casas, porque si no hubiesen sido muchos los que hubiésemos muerto”, aclaró.
Maldonado Peña fue velado ayer en la funeraria Savica, donde amigos, vecinos y toda su familia le daban el último adiós. Fue sepultado en el Cementerio de El Ingenio.
Era oriundo de Altamira, pero llevaba prácticamente toda su vida en el sector Los Ciruelitos, donde era muy querido.
“Ese señor era una gran persona. Lo único que hacía era ir todas las tardes a esa banca, a jugar un ticket de pelota. A él le encantaba porque era un gran fanático de escuchar el beisbol de las grandes ligas y entonces hacía sus jugadas y esa tarde se encontró con que esos dos hombres tenían encañonada a la joven que trabaja en la banca”, contó un vecino.
Manifestó que por el hecho, él cree que Julián, la víctima, quiso forcejear con los individuos y evitar el atraco, pero que lamentablemente ellos lo asesinaron.
“Yo creo que Julián quiso que el atraco no se efectuara y quizás le dijo algunas palabras o se enfrentó a ellos. Lo cierto es que esos delincuentes estaban fuertemente armados y acabaron con la vida de un gran ser humano”, observó.
Sin culpables aún. Todavía ayer el cuerpo policial no había dado una información acabada de quiénes podrían ser los culpables del asesinato, aunque fuentes dijeron que por el hecho de que en el entorno no había cámaras de seguridad, la búsqueda tardaría.