Comunitarios del municipio de Baitoa en la zona sur de esta provincia, protestaron ayer en demanda de que el Arzobispado de esta diócesis, deje sin efecto el traslado del párroco de esa comunidad, Rainaer Rafael Vásquez Ferreira.

El sacerdote libra una lucha contra la explotación de una mina de materiales para la construcción en la zona.

La vicealcaldesa de Baitoa, María Jiménez, quién fungió de vocera, solicitó al arzobispo, monseñor Freddy Bretón, el retorno del padre Vásquez Ferreira, que por siete meses dirigió la parroquia San Ramón Nonato en la localidad.

“Sabemos que los sacerdotes van de paso, pero consideramos que es muy poco el tiempo que lleva el padre Rainer”.

De acuerdo a los comunitarios, el padre Rainer ha enfrentado la empresa Cementos Cibao, para que no siga explotando la mina Los Melaos, ubicada en esa localidad.

Mientras, el secretario vicario de pastoral de la Diócesis de Santiago, padre William Arias, explicó que los cambios son rutinarios a lo interno de la iglesia.

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Protesta

“Nosotros estamos aquí buscando respuesta de por qué lo trasladaron”, dijo Junior Tejada, en representación de un grupo de feligreses que se concentró este martes en la parte frontal del Arzobispado de Santiago.

Aseguró que la empresa en cuestión está destruyendo los ríos que atraviesan a Baitoa con dicha práctica.

“El padre, así como la gran mayoría de los comunitarios, no estamos de acuerdo con el daño que se ha estado haciendo con el corte de árboles”, subrayó Tejada.

Dijo que los cambios de sacerdotes, cuando asumen la lucha que afectan intereses empresariales en Baitoa, es una política repetitiva por la Iglesia Católica.

En la misa del pasado domingo, el sacerdote se despidió de la comunidad denunciando que el crimen ecológico se hace con la autorización del Gobierno dominicano y la colaboración de algunas autoridades eclesiásticas.