Motivado por la fe, Senabel Prensa, de 73 años, vino a la capital a pie desde Cevicos a reclamar al Gobierno la terminación de la carretera Don Juan- Cevicos.
Visiblemente cansado, con los pies ampollados, sudados, pero con ánimo en su voz, este campesino dice estar dispuesto a volver a pie a su comunidad si fuera preciso para lograr la vía.
Es que él y muchas otras personas de su comunidad están aislados, no pueden sacar sus productos porque las máquinas, como le dice a los camiones, no quieren entrar por el mal estado de la vía.
Dice que hace años fue desalojado de su parcela para iniciar los trabajo y ahora vive en una rancheta que construyó hasta que las autoridades decidan.
De una estrujada y sudada funda plástica saca un documento oficial que avala sus palabras.
Don Senabel dice estar seguro de que el Espiritu Santo lo ha motivado a recorrer a pie 87 kilómetros por una carretera empredada, pero que eso es poco en comparación con lo que haría con tal de que el Gobierno eche un ojo, pa´ lla donde también vive gente.
Dijo que quiere terminar en paz lo que le queda de vida, y de manera enfática insiste en que caminaría más lejos para hacer escuchar la voz de la gente de Cevicos.
Don Prensa fue uno de las 50 personas que el martes 31 de enero vinieron en peregrinación a pie hasta el Palacio Nacional a reclamarle al presidente Leonel Fernández que honrara su compromiso de reparar 16 kilómetros de la carrretera Don Juan-Cevicos.
Aseguran que la falta de esa vía ha paralizado el desarrollo de las comunides que están a todo lo largo. Apeló a la sensibilidad del mandatario para que se resuelve al problema.