Con ataudes rodeados por niños en representación de las catorce provincias del Cibao, de donde acuden pacientes al hospital infantil doctor Arturo Grullón, el pastor evangélico Pablo Ureña y un grupo de enfermeras montaron ayer un piquete frente al centro de salud en reclamo de equipos, nombramiento de personal médico y otras reivindicaciones.
Los manifestantes dijeron que por falta de un tomógrafo y quirófanos que están demandando hace años, alrededor de siete niños han fallecido, versión que las autoridades del hospital han desmentido en otras ocasiones.
Ureña y las enfermeras exigen mayor atención a sus solicitudes para que el centro pueda brindar un mejor servicio a la población de escasos recursos.
Además de los equipos médicos, el núcleo de enfermería exige el nombramiento de más personal y mejores condiciones salariales.
“Nosotros le estamos dando un seguimiento al problema, porque esta es una situación grave y patética, lo que pasa en el hospital Arturo Grullón. Esto es una burla y un crimen perverso e irresponsable”, afirmó Ureña.
Dijo que en el centro médico han fallecido cerca de siete niños. Sostuvo que en el hospital hay un foco de contaminación, ya que el último quirófano se dañó y hubo que repararlo y colocar otro improvisado en medio de la morgue y el cuarto de aislamiento.