Con Beryl comienzan los desafíos de una naturaleza enfurecida

Con Beryl comienzan los desafíos de una naturaleza enfurecida

En estos últimos días, el país ha estado en prudente alerta curtido por un historial de enfrentamientos a anteriores fenómenos atmosféricos extremos que convenientemente robustecieron sus músculos de prevención y de mecanismos para eventuales mitigaciones. Experiencia atesorada para el manejo de riesgos meteorológicos a ser aprovechada crucialmente ahora que castigan parte del territorio nacional las lluvias y ráfagas de vientos traídos a la cercanía por un huracán sin precedentes por su gran poder de destrucción apenas comenzada la temporada.

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Beryl llega con presagio de más reacciones calamitosas que provienen de alteraciones climáticas infligidas largo tiempo por negativas formas de explotación y tratamientos a recursos naturales. Mientras dispara sus coletazos hacia esta tierra firme, la comunidad científica muestra alarma por la rapidez con que este huracán alcanzó la máxima potencia que es cinco y nada parecido había ocurrido antes en el mes de julio para alarma de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA). Se llega rápidamente a suponer que el lapso de ciclones 2024 sería muy activo y de alto riesgo para países situados en la ruta tropical de estos radicales comportamientos del clima como República Dominicana. Habiéndose vaticinado para este año entre 17 y 25 tormentas con la posibilidad de hasta 13 huracanes. Un desafío a las autoridades llamadas a alcanzar excelencias al planear, organizar y liderar la activación de protecciones para antes y después de los Beryl del futuro.

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