Con Chávez y Leonel

Con Chávez y Leonel

ANTONIO PEÑA MIRABAL
Con apenas un día de diferencia, la semana pasada sucedieron dos acontecimientos de suma trascendencia para el fortalecimiento de la democracia latinoamericana, y muy particularmente la del Caribe. El pasado domingo 15 de agosto, el pueblo venezolano se expresó en las urnas, salió a las calles a demostrar su vocación democrática, a participar en el referendo que confirmó en la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela hasta el año 2007, al Presidente Hugo Chávez.

Al día siguiente, es decir el lunes 16 de agosto, los dominicanos asistimos a la fiesta de la democracia, cuya mayor expresión después del 16 de mayo pasado, el traspaso de mando, llevó a la presidencia de la república el Dr. Leonel Fernández Reyna, en quien millones de dominicanos depositaron su confianza para sacar el país hacia delante. Entre Venezuela y la República Dominicana existen lazos históricos que tienden a consolidarse con Chávez y Leonel, sobre todo en los momentos actuales en que la República Dominicana necesita salir de la odiosa crisis energética, y Chávez necesita la solidaridad de los pueblos latinoamericanos para echar hacia delante lo que él ha denominado su Revolución Democrática Bolivariana.

De acuerdo a los últimos datos ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral, CNE, de Venezuela, el referendo del pasado domingo 15 marcó un record en participación popular, y se estima que unos diez millones de venezolanos acudieron a las urnas a expresar su voluntad sobre el destino del Presidente Hugo Chávez. Según las proyecciones que han realizado los líderes del proyecto chavista, unos seis millones de venezolanos habrían votado para que el ex-coronel permanezca en la presidencia de Venezuela. Las informaciones que llegan indican que el oficialismo habría salido victorioso en por lo menos 21 de los 23 estados del país. Sólo en los estados de Miranda y Táchira la oposición antichavista estuvo ligeramente por encima de la votación alcanzada por el Presidente Chávez. Esos diez millones de venezolanos ejercieron el derecho al voto en 18,000 colegios electorales que se instalaron en todo el territorio venezolano, aglutinados en unos 8,500 centros de votación.

Debido a la radicalización que se ha producido en la sociedad venezolana, era seguro que ninguno de los sectores enfrentados en el referendo, aceptaría la derrota sin antes expresar el alegado fraude al que echamos manos en estos países, cuando los resultados no nos son favorables. Como debía esperarse, la oposición ha declarado fraude, y no ha valido que los empresarios, el Centro Carter, la OEA en voz de su Secretario General, los Estados Unidos, etc., hayan reconocido la legitimidad de las cifras ofertadas por el Consejo Nacional Electoral. Esto indica inmadurez política de los líderes que hoy encabezan la oposición a Chávez, porque después del referendo y sus resultados avalados por la comunidad internacional, ¿qué más quieren?, ¿sacar a Chávez por la fuerza? Esos resultados deben ser respetados por todos y lo que se impone en la patria del Libertador Bolívar, es la reconciliación nacional, el abrazo de hermandad por y para el progreso de Venezuela.

Con la llegada de Leonel al poder se despiertan las esperanzas del pueblo dominicano por una vida mejor. El encarna la derrota que debemos propinarle los dominicanos al desorden y al caos dejado por las pasadas autoridades perredeístas. El representa la oportunidad que tenemos como pueblo para acceder a mejores relaciones con el pueblo y el gobierno venezolano. Es inexplicable el manejo torpe que el ex-presidente Hipólito Mejía dio a las mismas, impidiendo que el país aprovechara las oportunidades que nos brindan unas buenas relaciones con el quinto productor de petróleo del mundo. El gobierno dominicano debe ver a Venezuela como un socio estratégico comercial, y sobre esa óptica acceder a negociaciones bajo condiciones especiales, no solo a las delimitadas bajo el Acuerdo de San José, sino a acuerdos como los que en la actualidad garantizan a Cuba unos 53,000 barriles diarios de petróleo a precios blandos. Chávez necesita el concurso de la comunidad internacional para empujar con éxito su revolución democrática bolivariana, y Leonel necesita iluminar el país. Chávez puede ayudar a Leonel a iluminar el país, y Leonel puede ayudar a Chávez con su revolución democrática. Hace falta que ambos presidentes se vean la cara, conversen y se pongan de acuerdo para emprender acciones en beneficio de sus respectivos pueblos. La cumbre entre Chávez y Leonel es inminente.

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