Luis Miguel, según dicen,  es más celoso que un cocodrilo en lodo ajeno. Ahora que Araceli Arámbula regresará a la televisión, él está haciendo buchitos.

A Luis que deje los celos, porque  bastante daño les hizo a sus ex novias. La lista es larga.

Si los del “merengue de calle”, como les llaman a los que hacen adefesios, copiaran un poco la creatividad de Juan Luis Guerra, otra cosa sería.

Del peaje no pasan, porque sus temas son pobres en lírica y en música.

Los del hip-hop local van por el mismo camino. La mayoría graba tonterías y se la pasan insultando.

Angelito Villalona quiere terminar su disco cristiano, pero encuentra obstáculos. ¿No será el Diablo?

Ramón Orlando está tranquilo. Ni venao ni tumbao.

Ramón siempre ha dicho que es cristiano y que incursiona en la música secular por necesidad. Si él lo dice, hay que creerle.

Para muchas personas Orlando no es nada, sino uno que quiere estar con Dios y con el de los cachitos. Respeten.

María Conchita Alonso no está por aceptar el estilo de gobernar de Hugo Chávez. Hay diferencias entre ambos.

La actriz y cantante no cree que los cambios en Venezuela son los correctos.

El periodista Jorge Ramos habla del espectáculo en “La paradita de las 12”, por Romántica  (107.7 FM), junto a l equipo que encabezan José Guillermo Sued, Hedel Cordero y Felipe Polanco.