Los abucheos se producen en cualquier escenario. Pero cuando suceden en una área artística como la música clásica y el canto lírico la cosa es fuerte. Esto a propósito de lo que sucedió el domingo en la Ópera de París, que el público recibió con silbidos y abucheos la puesta del director polaco Krysztof Warlikowski de la Ifigenia en Taurida, de Gluck, cuya ambientación en un hospicio fue mal aceptada. Recordamos que hace un par de años en el anfiteatro de Altos de Chavón mezclaron la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida en la ocasión por Carlos Piantini, con una presentación de Milly Quezada.
La gente abuchó porque querían ver a nuestra reina del merengue, algo que hizo sentir tan mal al maestro Piantini, que soltó por esa boca llamando hasta incultos a los presentes. Hay géneros musicales que es necesario saberlos combinar, no es lo mimso que montar Bachata sinfónica o merengue sinfónico. ¡Cuidadito con eso!
El fuerte ha sido premiado
El hecho de que las mismas autoridades penintenciarias contrataran al merenguero de calle conocido como Omega, en su condición de recluso, para amenizar una fiesta el pasado domingo a las madres de visita en la cárcel de Najayo sienta un mal precedente. Cualquier preso puede mañana organizar una actividad y entonces la Dirección Nacional de Prisiones no va a tener calidad moral para no conceder los permisos de lugar. Dicen que en esa fiesta, el otrora grandes ligas Raúl Mondesí le hizo un regalomuy valiosos a Omega, el hombre de No me mas, quien sigue haciendo honor al nombre de su grupo, Mambo violento.
La diva Milagros Germán no sólo quiere cantar
La conductora de Chévere Nigth también quiere tocar guitarra. Si va a cantar, que lo haga y ya, pues todas las noches amaga y no da. Ahora está en competencia con Sergio Carlo, quien la reta a cada momento en el aire, pero el divo lo que quiere es bailar, y no cualquier ritmo, salsa es lo que desea danzar.
Chispitas
Elías Barreras Corporán se quedó en Nueva York… ¿En que estará la ex Chicán que dejó el limpio en la Gran Manzana?